El simulacro de accidente nuclear que se desarrolla en la central de Almaraz (Cáceres) servirá para mantener la seguridad en un "parangón muy alto" y para evaluar la cooperación internacional en operativos de seguridad nacional, según el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. El ministro, acompañado de sus homólogos francés y portugués, Manuel Valls y Miguel Macedo, respectivamente, ha ofrecido una rueda de prensa en el Centro de Formación de Tropas (Cefot) 1 de Cáceres, en el segundo día del simulacro europeo por una fuga radioactiva.

En él participan unos 1.600 efectivos: 500 de la Unidad Militar de Emergencia (UME), 346 de la Guardia Civil, 250 de la Policía Nacional y 250 del Gobierno de Extremadura. Fernández Díaz ha destacado el carácter internacional del ejercicio cuyas conclusiones "beneficiarán a distintos países" de la UE y limítrofes, como Marruecos, que también ha participado con 19 personas, y ha estado representado por el walli-director de Migraciones y Vigilancia de Fronteras del Ministerio del Interior, Khalid Zerouali.

Bélgica ha aportado 20 efectivos, además de participar su director general de Protección Civil, Jérôme Glorie; Italia con 25, Francia con 53 y Portugal con 11 efectivos, además de aportar cada país material logístico. En este sentido, el ministro del Interior español ha indicado que el ejercicio ha servido además para evaluar la capacidad de integrar equipos de diferentes países en un operativo nacional.

Fernández Díaz ha recordado que el ejercicio está cofinanciado con la Unión Europea y que ha tenido un coste de 585.000 euros, de los cuales el 85 % lo aporta Europa y el resto España. En este sentido, en respuesta a los periodistas, ha aseverado que la seguridad ciudadana "no tiene precio" y que hay que estar preparado para cualquier tipo de siniestro, por lo que esta inversión "no es desorbitada".

Por su parte, el ministro galo ha manifestado que el 75 % de la energía de su país es nuclear y ha apoyado la ejecución de estos simulacros, de los que cada país "pueda sacar sus conclusiones". Valls ha señalado que hace unos meses, en la ciudad francesa de Lyon, tuvo lugar, igualmente cofinanciado por la Unión Europea, un simulacro sobre un ataque biológico en el metro y que lo importante de estas acciones son las conclusiones cuando termine el ejercicio.

Fernández Díaz ha manifestado que el simulacro ha afectado a una población de unas 5.500 personas de una decena de poblaciones situadas en un radio de diez kilómetros de la central de Almaraz. Aunque el ejercicio no ha finaliza hasta mañana, jueves, ha destacado la implicación de la ciudadanía y ha resaltado que la mayoría de esta población "sabe lo que hay que hacer si se produjese un ataque".

En la evaluación tendrán un papel importante los 30 observadores de la Unión Europea que han acudido. El responsable del nuevo Centro de Coordinación de Emergencias de la Unión Europea, Meter Billing, ha manifestado que cada año se invierten ocho millones de euros en realizar cuatro ejercicios de distinta naturaleza dirigidos a garantizar la seguridad ciudadana. El próximo será en el Mar del Norte y consistirá en un accidente de contaminación marina, ha anunciado.