Sociedad

Sujetadores antigás y vacas con nombre: los Ig Nobel vuelven a sorprender

  • El galardón, otorgado por la revista 'Annals Of The Improbable Research', premia investigaciones insólitas que primero "hacen reír y luego reflexionar".

Ya está demostrado: las vacas con nombre dan más leche. Catherine Douglas y Peter Rowlinson, de la universidad británica de Newcastle, probaron que las rumiantes con nombres como Daisy, Buttercup o Bessie producen más leche que sus congéneres anónimas. Y por este descubrimiento ambos científicos recibieron el Premio Ig Nobel en la categoría de Veterinaria, durante una gala celebrada en la Universidad de Harvard, en la localidad estadounidense de Cambridge.

El galardón, otorgado por la revista Annals Of The Improbable Research, premia investigaciones insólitas que primero "hacen reír y luego reflexionar".

Douglas dedicó el premio a Purslane, Wendy y Tina, "las vacas más amables" que dijo haber conocido jamás. La científica no pudo participar personalmente en la ceremonia porque acaba de tener una niña, pero a cambio envió una foto suya con su hija disfrazada de vaca. La investigación de su equipo se concentró en una muestra de 516 vacas y concluyó que, en un plazo de diez meses, las bautizadas dieron hasta 270 litros más que las que no tenían nombre.

El Premio Ig Nobel de Medicina fue para el investigador estadounidense Donald Unger por demostrar que hacer crujir los dedos no es malo. Cuando era niño, su madre le prohibió la fea costumbre advirtiéndole que se dañaba la mano. Unger resolvió entonces sonarse los dedos todos los días, pero sólo en la mano izquierda. Después de 60 años, el hallazgo fue concluyente: su madre se equivocaba. "Me miro los dedos y no veo en ninguna de las dos manos ni el menor indicio de artritis", explicó orgulloso.

Un equipo de la Universidad de Berna, Suiza, se llevó el Ig Nobel de la Paz, una de las categorías más prestigiosas. Su investigación intentó dilucidar si, para golpear a alguien en la cabeza, es mejor utilizar una botella de cerveza vacía o una llena. El experimento, sin embargo, no reveló grandes diferencias entre una y otra.

El nombre del premio, Ig Nobel, es un juego de palabras con la expresión en inglés ignoble, que significa tanto ignominioso como absurdo. Pero el galardón, que este año se entregó por décimo novena vez, ha dejado hace tiempo de ser motivo de deshonra. Varios ganadores del Premio Nobel original ya lo recibieron, incluyendo al economista Paul Krugman, el químico Martin Chalfie y el escritor Orhan Pamuk.

Otro de los premios fue para tres mujeres de Chicago responsables de un invento que podría salvar vidas: un sujetador que, en caso de urgencia, se convierte en una máscara antigás para dos personas. La jefa del proyecto, Elena Bodnar, hizo una demostración y regaló un ejemplar del invento a cada ganador.

Tres mexicanos se llevaron otro galardón por lograr diamantes de tequila. En la categoría de Literatura el ganador fue la policía irlandesa, que multó más de 50 veces al mayor infractor de tránsito del país: su nombre, Prawo Jazdy, significa licencia de conducir en polaco.

El Ig Nobel de Física fue para un equipo interdisciplinar de tres universidades estadounidenses. Su descubrimiento: que las mujeres embarazadas no se caen hacia adelante porque tienen una vértebra más que los hombres, lo que las hace más flexibles.

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