Coronavirus

El coronavirus presente en aguas residuales no es infectivo

Las aguas residuales no suponen un foco de contagio para sus trabajadores

Las aguas residuales no suponen un foco de contagio para sus trabajadores / Miguel Fernández

Hasta el momento sabíamos que el coronavirus se hallaba presente en las aguas residuales. Ahora, un estudio de seroprevalencia confirma que la presencia del virus en las aguas residuales no es infectivo. La preocupación alrededor de las estaciones depuradoras de aguas residuales, EDAR, ha sido una constante desde que diera comienzo la pandemia.

La investigación ha sido publicada en el International Journal of Water Resources Development y desarrollada por investigadores de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada, UGR; demostrando que el riesgo de trasmisión a través de las aguas residuales es mínimo.

No hay trasmisión relevante

La alarma saltó al detectarse hace aproximadamente un año, durante el tratamiento de las aguas residuales, ácidos nucleicos del coronavirus. Esto, unido a los aerosoles característicos de las depuradoras, suponía un importante foco de contagio y de riesgo para los trabajadores de este sector. De este modo, se confirma que el riesgo en este tratamiento no son mayores que los que ya hay en la vida diaria. 

Los investigadores de la UGR han desarrollado su estudio en base a un análisis epidemiológico, el cual se ha llevado a cabo mediante test rápidos de anticuerpos covid-19, IgG/IgM. Los análisis se realizaron en 59 plantas de tratamiento de aguas residuales de Andalucía a 134 trabajadores. 

Mediante las muestras recogidas se ha observado una prevalencia en sangre del 8,95 % en IgG para el virus, según recoge la Agencia Sinc. Estos resultados son similares a la tasa de incidencia, 9,6 %, hallada en el resto de la población. Así lo ha confirmado el profesor Maximino Manzanera, del departamento de Microbiología de la UGR y autor principal del estudio: “Esto apunta a que tanto estos trabajadores como las poblaciones que se encuentran cerca de estas EDAR no tienen un riesgo añadido, al no registrar una incidencia en anticuerpos (ni IgG, ni IgM) superior a los que se observa en el resto de la población”.

De la misma forma que se confirma que el riesgo por el contagio a través del tratamiento de las aguas residuales es mínimo, también se puede confirmar que la trasmisión feco-oral también es ínfima. Así lo destaca el profesor Manzanera: “Con estos resultados podemos concluir que el riesgo de infección por vía feco-oral es casi nulo, además de que estos tipos de estudios permiten priorizar qué sectores profesionales deben vacunarse antes, por tener un mayor riesgo de contagio”.

Otro de los datos relevantes extraídos de esta investigación es el estado en el que se encuentra el virus en las aguas residuales, ya que esté se encontraría inactivo. Para el desarrollo de este trabajo se ha empleado novedosos métodos que no han requerido de una gran seguridad biológica: “Nuestra investigación permite realizar el seguimiento de la pandemia a través de las aguas residuales sin necesidad de emplear instalaciones de alta seguridad biológica (como laboratorios de riesgo biológico 3 o 4), lo que permite trabajar en un mayor número de laboratorios para un mejor seguimiento de la incidencia”.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios