Una operación policial internacional que todavía sigue abierta ha permitido desmantelar siete redes de pornografía infantil, detener a 170 personas y rescatar a 14 niñas en varios países, informó ayer el FBI.

La operación comenzó hace tres años cuando las autoridades recibieron un vídeo de Australia en el que aparecía una víctima a la que pudieron detectar su acento flamenco.

El FBI se puso en contacto con las autoridades belgas y comenzó la parte de la investigación europea conocida como operación Koala.

La policía belga identificó y detuvo al responsable, que proporcionó información sobre el productor del vídeo, de nacionalidad italiana, que dirigía un sitio web pornográfico.

Cuando la Policía italiana detuvo al productor y cerró su sitio de internet, requisó 50.000 correos electrónicos que habían sido enviados a la web desde todo el mundo.

El FBI indica que del total de correos 11.000 eran procedentes de Estados Unidos y de ellos unos 700 se convirtieron en pistas que llevaron a algunas de las detenciones.

Entre los detenidos está un hombre de Nueva Jersey que se declaró culpable de producir imágenes pornográficas de su hija de 9 años. La justicia le condenó a 20 años de prisión.

La Policía encontró en la casa de este hombre cerca de 130.000 imágenes de pornografía infantil.

En Arizona fue detectado un profesor de quinto grado que era cliente de la web, que tenía varias denuncias de sus alumnas y se enfrenta a varios cargos por explotación sexual infantil.

En España, donde esta red tenía ramificaciones, la Policía ya había detenido a 11 personas en 2007.