Sociedad

Una empresa despide a una empleada en coma por faltar a su puesto de trabajo

  • Una firma barcelonesa recurre a lo previsto en el Estatuto de los Trabajadores para casos de ausencia injustificada o desobediencia.

Una empresa de Barcelona dedicada a la venta de pescado al por menor ha decidido despedir por la vía disciplinaria a una de sus empleadas, que no acude a trabajar por encontrarse en coma desde que el pasado 15 de septiembre sufriera un accidente de tráfico. La empresa se ha acogido a lo previsto en el Estatuto de los Trabajadores para casos de ausencia injustificada o desobediencia, lo que ha suscitado la presentación de una demanda por parte de un colectivo que apoya a la empleada. 

La empresa El Punt del Peix, dedicada a la venta de pescado al por menor y con sede en Palau Solità i Plegamans (Barcelona), envió una carta de despido el pasado 1 de octubre a una trabajadora que no acudía a su puesto por estar de baja médica desde el 15 de septiembre, aunque desde esa fecha en realidad la joven Sandra T.J se encuentra hospitalizada y en coma por un grave accidente de tráfico, según denunció hoy el Col·lectiu Ronda, que ha presentado una demanda por los hechos.

El abogado del colectivo, José Antonio González, tilda de "despropósito" la medida y considera el despido como " barato y fácil". Según González la actitud de la dirección de la compañía, que hasta el momento no ha hecho ninguna declaración pública sobre el caso es "muy grave". "En la demanda pedimos una indemnización por daños y perjuicios" añadió el abogado mientras recordó como " la empresa amenazó por teléfono antes de enviar el escrito", acabó González en la sede del colectivo Ronda.

En el escrito de la empresa, El Punt del Peix comunica a la trabajadora la decisión de rescindir su contrato con fecha 1 de octubre alegando un despido disciplinario y por causas especificadas en el artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores. Este artículo hace referencia al despido disciplinario y recoge entre las causas de incumplimiento contractual las faltas repetidas e injustificadas de asistencia, la desobediencia en el trabajo, un menor rendimiento o la transgresión de la buena fe contractual, entre otras. 

No obstante, la misma empresa constata en la misma carta la improcedencia del despido aludiendo al artículo 56 y ofrece a la trabajadora 938,8 euros en concepto de saldo y finiquito y 2.416,20 en concepto de indemnización. 

Por su lado, Montserrat Casares, madre de la joven, consideró  que la situación que están viviendo es "una vergüenza" y destacó la "falta de humanidad" de los responsables de la compañía. La madre, que no se separa de la cama de su hija Sandra, de 36 años, desde el día que fue hospitalizada con una parada cardiorrespiratoria causada por un accidente afirmó que el jefe de su hija es "un sinvergüenza" que aprovecho la situación porque "está incapacitada" para despedirla alegando faltas repetidas e injustificadas de asistencia al trabajo.

Montserrat pidió "que no se repita otra vez una situación parecida" mientras miraba la foto de su hija y recordó lo "contenta que estaba con su trabajo" en la empresa distribuidora de pescado. La joven "se cayó sola de la moto la madrugada del 14 de septiembre y padece una lesión cerebral", explicó la madre entre lágrimas. Visiblemente enfadada, la madre de la joven pidió, a las puertas del hospital en el que se encuentra su hija, "justicia" y dijo que "no le interesa el dinero", sólo que se cure su hija. 

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