El futuro de las fiestas populares con el coronavirus

¿Sin ferias ni verbenas todo el verano? Más de 30.000 familias, pendientes de la desescalada para sobrevivir

  • Las asociaciones de feriantes solicitan medidas de apoyo para sobrevivir hasta que las fiestas populares puedan recuperar su actividad

  • En torno a un 70% son autónomos que sólo se dan de alta durante la temporada, de abril a octubre, por lo que la crisis les ha sorprendido fuera del sistema y no tienen acceso a las ayudas extraordinarias

Portada de la Feria de Abril sin montar

Portada de la Feria de Abril sin montar / Ana López / Europa press

La temporada de ferias y verbenas se extiende en todo el territorio nacional principalmente entre los meses de abril a octubre, un periodo en el que el colectivo de feriantes, formado en un 98% por autónomos y pequeñas empresas familiares, obtiene los ingresos para subsistir todo el año. La suspensión de la Feria de Abril en Sevilla ha supuesto un duro impacto para la ciudad y para todo el sector servicios en la capital hispalense pero la incertidumbre sobre las fiestas populares se extiende ahora a decenas de municipios de toda la provincia. ¿Se podrán celebrar con el avance de la desescalada? ¿En qué condiciones?

Y el colectivo de feriantes, en toda España, está pendiente de ello. Su situación es crítica: la pandemia les ha pillado antes del inicio de la temporada, por lo que la inmensa mayoría lleva sin facturar desde octubre, y se prevé que los festejos populares no se vayan a permitir antes de noviembre, cuando ya la temporada ha finalizado. Esta situación va a provocar situaciones críticas para muchas familias, alguna de las cuales ya han empezado a depender de la beneficencia para subsistir.

"Algunos compañeros han tenido que solicitar ya la ayuda de Cáritas o Cruz Roja porque no pueden hacer frente a sus necesidades diarias. Y esto no ha hecho más que empezar, pues si no vamos a poder ingresar nada hasta la temporada de 2021, para muchos va a ser imposible hacer frente a este año en blanco, ni siquiera con estas ayudas", explica Fernando Piqueras, presidente de la Asociación Cultural Unión de Feriantes de la Comunidad de Madrid (ACUFCAM).

Al tratarse de una actividad estacional, numerosos feriantes se dan de alta en el Régimen Especial de Trabadores Autónomos (RETA) exclusivamente para los meses de abril a octubre. "Su volumen de negocio no les permite asumir el pago de la cuota de autónomos durante todo el año, así que esta crisis les ha pillado fuera del sistema, y no pueden acogerse a las prestaciones extraordinarias por cese de actividad que ha aprobado el Gobierno, así que tienen cero ingresos y tampoco derecho a ayudas", apunta Piqueras, quien calcula que aproximadamente un 70% de los miembros de su asociación se encuentran en esta situación.

Por otro lado, para tener sus atracciones en permanente estado de control, los feriantes deben asumir una serie de costes de mantenimiento, compra de maquinaria, pago de impuestos de vehículos de tracción mecánica, seguros de multirriesgo y de responsabilidad civil, etc., para lo que en muchos casos solicitan créditos personales que les permitan hacer frente a todos estos gastos y comenzar la temporada en condiciones óptimas.

"Una temporada que esta vez no ha llegado, y no tendrán ingresos para pagar esos préstamos, lo que puede derivar en embargos, desahucios o en su inclusión en listas de morosos", asegura el presidente de ACUFCAM.

En torno a 30.000 familias de toda España viven de las ferias populares, pero, además, el sector genera un gran volumen de empleo indirecto, entre distribuidores de productos de alimentación, juguetes y regalos, empresas de alquiler de carpas y escenarios y de grupos electrógenos, talleres, técnicos, compañías de seguros, etc. Asimismo, también los comercios locales próximos a los recintos feriales incrementan esos días sus ingresos, lo que contribuye al crecimiento de la economía local.

Por todo esto, las asociaciones del sector solicitan ayuda a las diferentes administraciones públicas, en forma de acceso a créditos ICO con 12 meses de carencia desde el inicio de la actividad, exención de determinados impuestos, entre los que se incluyen como partida destacada las tasas municipales por ocupación de vía pública, y algún tipo de apoyo económico que les permita llegar a la temporada de 2021 para poder recuperar su actividad y volver a estimular el desarrollo económico de los municipios.

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