La nueva reforma universitaria impulsada por el ministro de Educación, José Ignacio Wert (auténtica bestia negra de la comunidad universitaria), provocará muy posiblemente una primavera caliente en las aulas andaluzas y españolas.

Por lo pronto, el presidente de la Coordinadora Andaluza de Estudiantes (CARE), Fabricio Saquilán, aseguró ayer que, una vez acaben los exámenes del primer cuatrimestre, algo que sucederá esta semana, se iniciarán las reuniones de los consejos de alumnos de toda Andalucía para definir las movilizaciones, que aún no se sabe si se realizarán en forma de huelgas o de manifestaciones y encierros puntuales. Saquilán se mostró convencido de que el Gobierno ha impulsado esta reforma durante estas fechas consciente de la falta de capacidad de movilización de los estudiantes, sumergidos en sus estudios. "Se ha hecho por causalidad, no por casualidad", dijo.

Saquilán mostró su convicción de que la aplicación de la reforma, que calificó de "autoritaria", supondrá "dejar a miles de universitarios con menos recursos fuera del sistema por elevado precio de los másteres respecto a los grados y por la falta de becas y ayudas", por lo que abogó por las movilizaciones.

Por su parte, el Sindicato de Estudiantes ha convocado paros para los próximos días 25 y 26 del presente mes, tanto en enseñanzas medias como en la superior. Sin embargo, como el propio Saquilán se encargó de recalcar, el peso de esta formación es muy escaso en las universidades andaluzas, aunque su representación en los institutos es un poco mayor. En el estudiantado, como en todos los colectivos, existen las diferencias y las rivalidades. Sea como fuere, durante las próximas semanas y, probablemente, toda la primavera asistiremos a una nueva primavera caliente en las universidades.