Sociedad

La primera paciente que recibió un trasplante de cara hace vida normal

  • Los médicos que trataron a Isabelle Dinoire explican que la mujer no tiene problemas para salir de paseo o ir a fiestas

La francesa Isabelle Dinoire, la primer mujer en recibir un rostro trasplantado, está "muy satisfecha" con el resultado estético de la intervención, según informaron ayer los médicos que la trataron en The New England Journal of Medicine. Según esa información, tras 18 meses, Dinoire puede volver a sonreír normalmente. En noviembre de 2005, el primer trasplante de una parte tan amplia del rostro que se realizó en el mundo dio a la francesa un nuevo aspecto. La parte inferior de la cara de la mujer había sido destrozada por su perro. Los datos más recientes que aporta el artículo de esta revista de investigación clínica son de junio de 2007.

Desde la operación de injerto, los médicos siguen de cerca el proceso de recuperación e informaron ahora en detalle sobre los progresos de su paciente. De acuerdo con lo publicado, el nuevo rostro vuelve a tener sensibilidad al contacto físico, así como a estímulos fríos o calientes. Esta última evolución se presentó hace ya seis meses.

"La aceptación psicológica del rostro donado mejoró a medida que su función mejoraba", escribieron los médicos. Diez meses después de la operación, Dinoire, que es atendida permanentemente por psicólogos, pudo volver a cerrar completamente sus labios.

En una intervención de 15 horas, la mujer recibió nariz, boca y mentón de una donante con muerte cerebral. Tras 12 meses, Dinoire pudo volver a comer y a beber normalmente. La nueva piel del rostro, así como la mucosa bucal se volvieron sensibles tras seis meses. En dos oportunidades, todos los involucrados en el proceso sufrieron un shock: a los 18 y a los 214 días de la operación, se presentaron reacciones de rechazo al injerto, pero se controló la situación con medicamentos. A los 185 días se presentó un herpes en los labios.

Un año y medio después de la intervención, la mujer no tiene problemas para salir a la calle o conocer a gente en una fiesta. En julio, Dinoire misma llamó en una entrevista a donar los órganos. "Todos deberían reflexionar sobre ello. Si nunca se habló al respecto, la familia luego no se atreve a dar su aprobación". "Yo vuelvo a vivir. Tengo un futuro", dijo.

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