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Sevilla

La adopción internacional, una opción en caída libre

  • Las restricciones de países como China han generado demoras de hasta diez años. Las dificultades llevan al aumento de las peticiones en adopción nacional.

Las restricciones de los países, la crisis y las demoras de los trámites han provocado una drástica caída en la adopción internacional, una opción para tener hijos y formar una familia que registró un boom en los años 2004-2006, cuando las facilidades para adoptar a un niño de países como China llevaron a miles de familias andaluzas a iniciar los trámites. En la actualidad 95 familias sevillanas permanecen a la espera de terminar los expedientes, algunos de los cuales comenzaron en el año 2000, para recibir a sus hijos en adopción procedentes de otros países: 31 expedientes pendientes de asignación de China; 16, de Colombia; ocho de Rusia; siete de Vietnam; cinco de Filipinas y otros cinco de Etiopía; cuatro de Honduras, otros cuatro de Bulgaria; dos de India, Malí y China; y uno en varios países (Albania, Costa Rica, Ecuador, Kazajstán, Marruecos, Panamá, Polonia, República Dominicana y Tailandia), según datos facilitados por la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales.

La demora media de los trámites, desde que se inician hasta que llegan los niños a sus familias adoptivas, gira en torno a los tres años, pero en casos como China esta espera se alarga hasta los diez años. "Durante el boom de la adopción internacional los trámites para adoptar un niño de China eran resueltos en unos seis u ocho meses, mientras que en la actualidad las familias tienen que esperar hasta diez años. Muchas de ellas desisten en ese periodo, y otras continúan esperando", explica Isabel Machado, jefa del servicio de Adopción Internacional en la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales. Estas demoras excesivas han frustrado, en gran medida, las expectativas de las familias.

"Desde que China firmó el Convenio de la Haya de 1993, que defiende los derechos del niño y que apuesta por medidas de protección que eviten a los menores salir de su país de origen, se han generado enormes restricciones para la adopción internacional", explica Machado. Desde 2007 China establece para las familias un determinado nivel de formación, de renta y patrimonio que muchas no pueden alcanzar. A las dificultades para adoptar un niño de China se suma la crisis económica, que ha generado inseguridad en las familias, lo que ha profundizado en la caída drástica de esta modalidad de adopción.

Durante el primer semestre de este año han llegado a Andalucía 34 menores, cinco de ellos a Sevilla (dos procedentes de India y uno de China, Rusia y Vietnam); mientras que en el mismo periodo del año anterior llegaron 58 niños a Andalucía, 17 de ellos a Sevilla. Por países, China sigue siendo el país de donde proceden más menores en adopción. Le siguen Filipinas y Vietnam. Pese a esta disminución en la llegada de los menores en adopción internacional, durante el primer semestre de este año la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales ha registrado un aumento del 25,7% de los nuevos expedientes. Por provincias, Sevilla es la que registra más aumento en nuevos expedientes, al registrar doce frente a los cuatro que se iniciaron en el primer semestre de 2015. Los países hacia los que se ha dirigido este año el mayor número de solicitudes de familias andaluzas son Vietnam, con 20; India, con ocho; y Polonia, con cinco. En los nuevos trámites sólo se ha tramitado un expediente en África, concretamente en Etiopía, debido "al cierre de algunos países, bien por modificaciones legislativas, como es el caso de Malí, bien por saturación de expedientes, como es el de Etiopía", explica la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales.

La caída libre de esta modalidad ha provocado que las solicitudes para adoptar un niño español superen a las peticiones para la adopción internacional. Durante el año pasado 368 familias andaluzas iniciaron trámites para una adopción nacional, 85 de ellas en Sevilla, mientras que en adopción internacional se registraron 141 expedientes en Andalucía, 37 de ellos en Sevilla. La mayoría de los niños españoles en situación para ser adoptados presentan dificultades (edad, formar parte de un grupo de hermanos, enfermedades y otros problemas). La demora media para una adopción nacional gira en torno a los cinco o seis años. En el caso de los niños con dificultades, que son considerados prioritarios, las demoras son inferiores, tanto en la adopción nacional como en la internacional.

"Las dificultades nuevas en la adopción internacional han llevado a un creciente número de familias a optar por la adopción nacional, aunque afortunadamente en España los niños cuentan con un sistema de protección para tratar de que permanezcan en el seno familiar, con distintos tipos de ayudas y apoyos, lo que reduce el número de niños en situación para ser adoptados", asevera Isabel Machado.

El perfil de las familias que logran una adopción internacional responden en la mayoría, un 78%, a matrimonios. Un 15% de los expedientes son tramitados por mujeres solteras que forman familias monoparentales; un 3% por hombres y un 2% de parejas de hecho (a excepción de parejas del mismo sexo, que a fecha de hoy no están contempladas en esta opción en prácticamente ningún país). El profundo deseo de ser padres está detrás de cada uno de estos expedientes, si bien "hay familias con hijos propios y personas que ya tienen un hijo adoptado y que desean tener otro", añade la responsable.

Las demoras para culminar los trámites en la adopción han llevado a un creciente número de casos de personas y parejas que acuden a EEUU o a Canadá para la denominada maternidad subrogada, conocida popularmente como vientre de alquiler, que no es viable en España y que, por lo tanto, es una alternativa sometida al vacío legal.

Todos los expedientes de adopción internacional son tramitados a través de organismos acreditados especializados en cada país y el coste giran entre los 7.000 y los 21.000 euros, dependiendo de cada país de origen. A este coste de los trámites se suma el de los viajes y las estancias que tienen que realizar las familias.

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