Un barco suministrador de gasoil para otras embarcaciones se hundió en la mañana de ayer en el puerto de Tarragona, vertiendo 25 toneladas de combustible al mar, sin que se conozcan las causas que han provocado este suceso. Ante la situación de alarma, el delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rogel, señaló que no existe peligro "más allá de la situación interna del Puerto", ya que tras el suceso se colocaron barreras de contención para evitar que se extendiera el gasoil.

Rangel explicó que una vez conocida la situación se pusieron "todos los trabajos en marcha" y destacó que se movilizaron todos los recursos, de manera que se ha podido controlar "satisfactoriamente" la situación. Al respecto, la Subdelegación del Gobierno en Tarragona, informó que la Capitanía Marítima activó a las 8.15 el Plan nacional de contingencias por contaminación marina. Esto implica el cierre de las barreras de contención y la disposición de una doble barrera para evitar posibles escapes del producto.

Rangel explicó que estuvo en contacto permanente con la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, que facilitó varios dispositivos dependientes de su departamento, y a la que transmitió que no hay "ninguna situación de riesgo que pueda afectar más allá de la situación interna del Puerto y que está controlada".

En este sentido quiso enviar un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos señalando que "todas las manchas localizadas tienen un control por parte de medios adecuados y proporcionados", ya que se encuentran fuera de las barreras de contención, es decir en el interior del puerto y sin posibilidad de avanzar hacia las costas.