Paladea Andalucía

La pasión por el vino convertida en arte

  • Bodegas Infante y Bodegas MAM nacen de la sensibilidad de sus creadores y la calidad de una gran uva bien transformada con el tiempo.

La pasión por el vino convertida en arte

La pasión por el vino convertida en arte

Los muy amantes de los vinos piensan que si el cine es séptimo arte, el vino es el octavo. Esa afirmación la suscribe Manuel Astasio, director general de Bodegas Infante y Bodegas MAM. Aunque es perito agrícola y enólogo, se considera a sí mismo “creador de vino”. Según sus palabras, “yo me dedico a diseñar los vinos que quiero, los sueño, los diseño en mi cabeza y, a partir de ahí, mi equipo los hace realidad”.

Aunque el destino llevó a Manuel Astasio a Huelva, y se dedicó a las berries, siempre ha tenido pasión por los buenos caldos. “Con una misma uva y una misma bodega, diez creadores harán diez vinos distintos y todos buenos”, reconoce.

Brandy Gran Reserva Especial Brandy Gran Reserva Especial

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Dos bodegas

Para Astasio el vino es un arte y, de esa concepción, nació hace dos años Bodegas MAM. Bodegas Infante es una marca centenaria, con origen de sus barricas en 1870, aunque Astasio es el propietario desde hace cuatro meses. Aunque ambas están vinculadas, en MAM encontraremos vinos jóvenes monovarietales, de las variedades autóctonas de Huelva, con un perfil de mucha calidad y pequeño volumen (60.000 botellas máximo); en Bodegas Infante tendremos, sin embargo, espirituosos, brandy y ron envejecido de más de 50 años en la bota. En definitiva, todos los clásicos de los espirituosos onubeneses.

Tradición y tecnología

El vino ha estado presente en la historia de la humanidad desde sus inicios en todos los eventos. “Lo más importante es la matriz, conseguir una uva pegada al terruño de nuestras tierras”, reconoce Astasio. “Cuidamos nuestras cepas, que sean centenarias, que maduren al sol, que tengan menos productos químicos... eso es la tradición”. La tecnología, sin embargo, “está al servicio de ser humano y se aplica siempre que no afecte a la realidad del vino, que es una gran uva bien transformada con tiempo”. Ese proceso de las pequeñas y las grandes diferencias es lo que hace al vino porque, no lo olvidemos, concluye Astasio, “el vino es una pasión y lo tienes que sentir al igual que el arte que, si no se siente, no se crea”.