Siéntete seguro, ven a Andalucía
  • Destaca por ser una población enclavada en medio de un mar de encinas que conforman el mayor bosque adehesado continuo de toda Europa 

Villanueva de Córdoba, el corazón de Los Pedroches

Villanueva de Córdoba, el corazón de Los Pedroches Villanueva de Córdoba, el corazón de Los Pedroches

Villanueva de Córdoba, el corazón de Los Pedroches

Villanueva de Córdoba destaca por ser una población enclavada en medio de un mar de encinas que conforman el mayor bosque adehesado continuo de toda Europa, en el corazón de Los Pedroches. Un entorno privilegiado, salpicado de encinas milenarias, dibujado por interminables paredes de piedra, caminos con siglos de historia y uno de los cielos más limpios del planeta.

Con una gran superficie de 427 km2 y 9.000 habitantes aproximadamente, Villanueva de Córdoba posee un amplio término municipal en el que predomina la dehesa de encinar, donde se cría su animal más emblemático: el cerdo ibérico, el rey de la dehesa, el cual terminará su crianza comiendo el energético fruto de la encina, la bellota, durante la época de la montanera.

Además del olivar jarote, un olivar de sierra. Villanueva de Córdoba cuenta con olivares bañados por ríos y arroyos que discurren por cañones estrechos y encajonados, como labrados por enfurecidos gigantes. Sin otro herbicida que las ovejas, las laderas se visten con el color de las flores en primavera. También la fauna, especialmente aves que huyen del rigor invernal del norte, encuentran cobijo y alimentos en estos olivares. La belleza paisajística del entorno de la localidad constituye uno de los recursos turísticos más atractivos para los visitantes. Lugares especialmente atractivos por el rico ecosistema que conservan son la confluencia del río Cuzna y Gato declarados espacios de interés comunitario. Pocos territorios poseen un patrimonio tan interesante y con tantas posibilidades como el de Villanueva de Córdoba. Los diferentes parajes hacen que sea un lugar lleno de posibilidades para la práctica de actividades como el senderismo.

Y junto al gran patrimonio cultural, natural y etnográfico con el que cuenta Villanueva de Córdoba, el interés turístico se complementa con uno de los pilares en los que se fundamenta su economía, la gastronomía, en el entorno del cerdo ibérico con Denominación de Origen y el aceite ecológico, auténtico zumo natural, sin conservantes ni colorantes, excelentes productos para deleite del paladar de todos los visitantes.

Asimismo, es un municipio con historia. Desde la Prehistoria está documentada, por los restos arqueológicos encontrados, la presencia de diferentes pueblos y culturas que habitaron Villanueva de Córdoba. Destacan los monumentos funerarios como el Dolmen Torno I o el tholos Minguillo IV, que corresponde al período Calcolítico o Edad del Cobre, en el que se han encontrado abundantes piezas en su ajuar funerario. Igualmente, la cantidad de restos arqueológicos encontrados como: monedas, cerámicas, herramientas, molinos, vías y obras hidráulicas certifican en el pasado la presencia de poblaciones y culturas muy antiguas desde los íberos, romanos, visigodos y musulmanes, todas ellas atraídas por la riqueza ganadera o de las rutas mineras de la comarca.

Paseando por Villanueva de Córdoba se puede conocer su centenaria historia a través de sus edificios más emblemáticos, entre los que destacan: la iglesia parroquial de San Miguel, en cuya fachada se puede ver el Trifinio en granito, fechado en el año 123 d.c , que marcaba los límites entre tres poblaciones; así como la antigua Audiencia, que hoy en día es un equipamiento cultural en el que se realizan exposiciones y otras actividades, además del actual Ayuntamiento, cuyos cimientos son de gran solidez y los muros exteriores, construidos en piedra, alcanzan un grosor de un metro y noventa centímetros.

Villanueva de Córdoba, corazón de Los Pedroches Villanueva de Córdoba, corazón de Los Pedroches

Villanueva de Córdoba, corazón de Los Pedroches

Del mismo modo, se puede visitar el convento de Las Obreras, la parroquia de San Sebastián, la iglesia del Dulce Nombre de Jesús o las Casas Señoriales del casco urbano, donde el granito, tan abundante en nuestra tierra, ofrece una arquitectura arquitrabada de gran solidez, dando lugar a una estética de gran belleza. Y bajo la Plaza de España del municipio se encuentra el refugio antiaéreo mejor conservado de la provincia, un espacio recuperado ahora para actividades municipales y cómo no, para que ese episodio oscuro de la historia no quede en el olvido. Villanueva de Córdoba cuenta además con un Centro de Interpretación de la Dehesa, así como con un Museo de Historia Local de Villanueva de Córdoba que alberga colecciones que abarcan casi todos los periodos históricos y las culturas que han pasado por Los Pedroches, representadas por materiales procedentes, en su mayoría, de la comarca.

Un municipio rico además en fiestas. En enero, en torno al día 20, los jarotes honran a San Sebastián, patrón de los aceituneros. En febrero Villanueva escenifica todo el proceso de matanza de un cerdo ibérico, tal y como se ha hecho tradicionalmente en los hogares. Además, el Carnaval da paso a una cuaresma y a una Semana Santa de gran raigambre, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía.

La llegada de la primavera está marcada por el Certamen de Patios y la celebración de las Cruces, que gracias al esfuerzo que durante meses llevan a cabo sus habitantes alcanzan una variedad de formas inmensas en cuanto a los adornos empleados para vestir las cruces de granito que jalonan las calles de la localidad. El lunes de pentecostés, Villanueva recibe a la reina de la jara, la Virgen de Luna, en una romería cargada de fervor y sentimiento y que ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía. El regreso de la Virgen de Luna se celebra durante tres días de feria. En agosto se celebra la feria y fiestas de la localidad con gran afluencia de público y actividades para todos los públicos. El 29 de septiembre, festividad de San Miguel, la Hermandad de los Tocayos del Patrón desarrolla una variada programación, para el disfrute de los jarotes y visitantes, a lo largo del día: misa, procesión, música, deporte y juegos tradicionales. Y por la noche, en la Plaza de España se degusta vino y “garbanzos tostaos” en una verbena popular.

En el mes de octubre, el municipio se convierte en una cita ineludible para visitar los diferentes stands de las empresas jamoneras participantes en la Feria del Jamón Ibérico de Bellota de Los Pedroches y degustar su exquisito jamón ibérico de bellota.

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