Numerosos fieles se han acercado este primer viernes de marzo a la Iglesia Mayor Parroquial para cumplir con toda una tradición isleña: el besapié a la imagen de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado (Medinaceli). 

La concurrida estampa que ofrece el templo da sobradas muestras de la palpable devoción que inspira esta popular imagen, que preside desde su monumental altar de cultos en el presbiterio de la Iglesia Mayor el quinario que la archicofradía celebra esta semana. Se trata de uno de los actos más sonados de toda la Cuaresma isleña. 

En el altar brinda además un par de guiños muy carmelitanos ante la doble celebración que supone el 150 aniversario de del nacimiento y del centenario de la beatificación de Santa Teresita del Niño Jesús y del 325 aniversario fundacional de la hermandad del Carmen.

Besapié de Medinaceli en San Fernando.

El altar del besapié 

De ahí la colocación en este altar extraordinario del relicario con las sagradas reliquias de Santa Teresita del Niño Jesús, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús, que propiedad de nuestra archicofradía. Dichas reliquias -como ha detallado la hermandad en redes sociales- fueron donadas en octubre de 2003 por Fray Ángel Palomino Outón.

Y también el Simpecado de la hermandad de la Patrona que fuera bordado por Manuel Fraga Gómez en 1996 y que incluye una antigua imagen de la Santísima Virgen al frente que fue recuperada de una pintura al óleo sobre cobre que en el siglo XVIII formó parte del primer estandarte que tuvo la hermandad. 

Besapié de Medinaceli en la Iglesia Mayor de San Fernando.