La sentencia aprecia las atenuantes de drogadicción y de dilaciones indebidas a los tres acusados, y de trastorno mental en las cuñadas de la víctima.

El tribunal les impone la obligación de comparecer cada 15 días en el juzgado y les prohíbe acercarse a menos de 300 metros de la calle donde se cometió el crimen en La Rinconada. La Audiencia destaca para justificar la libertad, además de la anulación de la condena, la "imposibilidad en estos momentos de determinar una fecha" para el nuevo juicio.

Desde 1995, cuando se instauró la figura del jurado en España, se han celebrado en Sevilla aproximadamente 350 juicios con tribunales ciudadanos y sólo dos han sido anulados.

Al ser una causa con preso, está dentro de las excepciones de suspensión de plazos procesales establecidas por el CGPJ.

El fallo destaca la "despiada forma" en la que mataron a Anabel. No podrán lograr el tercer grado hasta cumplir la mitad de la pena.

La medida se adopta por el "palpable" riesgo de fuga y para "minimizar posibles conductas vindicativas" por parte de los acusados.

El veredicto se produce por una mayoría de siete votos a favor, no por unanimidad. Los jurados han concluido que los tres acusados participaron en la agresión "con conciencia de que la violencia y los instrumentos empleados le causarían la muerte o podrían causársela".

Los tres acusados de matar a Anabel Deza con más de 60 puñaladas y 20 golpes contundentes mantienen su inocencia. Los abogados solicitan la absolución de los procesados porque "la única prueba contra ellos son los testimonios de los testigos protegidos".

El fiscal señaló que hubo intimidación grupal como en el caso de La Manada.

Varios testigos aseguran que la mujer asesinada se sentía amenazada por su familia política.