Una pancarta con el lema 'Barcelona, garante de la hispanidad' ha abierto la marcha, que, según sus organizadores, ha congregado a 300.000 personas.

El ultra del Betis que agredió a un hombre en Bilbao en mayo pasado es uno de los radicales que se enfrentaron en Barcelona tras la manifestación del 12 de octubre.

Los presidentes de Cataluña, País Vasco y Navarra fueron los únicos dirigentes autonómicos que declinaron la invitación.

El Gobierno cree que ni siquiera el 'president' sabe cuál será su respuesta al requerimiento de Rajoy. Deja "la pelota en su tejado" y asegura que "la mejor mediación" es la del Congreso de los Diputados.

Unos 350 manifestantes con banderas preconstitucionales y simbología antisemita entonaron "vivas" a la Guardia Civil y rechazaron a los Mossos, que los escoltaban, porque "no los representan".

El capitán Borja Aybar regresaba a la base de Los Llanos tras el desfile y perdió el control del aparato en la maniobra de aproximación para aterrizar. No saltó para evitar una desgracia mayor.