Las mascotas son protagonistas de la Feria, donde acuden vestidas para la ocasión.

Patios de colegio, casas hermandad de cofradías y hoteles, casi nadie en el centro escapa a la fiesta y se brindan rincones especiales para celebrar.

El Real de Cortijo de Torres es un incesante ir y venir de gente que busca vivir emociones, ya sea en un cacharro, probando suerte en una tómbola o bailando en una caseta La noche es su momento álgido.

Hay tres galardonados en cada una de las cuatro clases que integran el total del certamen.

La Plaza de la Merced se postula estos días como el único remanso de 'paz' del centro histórico. Pasear al lado de un grupo de franceses o de una mujer vestida de volantes es cada vez más habitual, o menos raro.

El diestro jerezano corta dos orejas a su segundo toro en una gran tarde en La Malagueta.

Los niños tienen su hueco en la Feria de día y la calle Alcazabilla, territorio pirata hasta el sábado, es quizás su rincón favorito Espectáculos de magia, teatro, juegos participativos y bailes distraen a los más bajitos.

Pandas de verdiales recorren las calles del centro para impulsar su popular cultura.

Se pidió el indulto del cuarto toro pero aunque el toro funcionó bien, no fue para salvarse.