Serie completa en HBO

'Chernobyl', tratado del cretinismo

  • En este martes se ha incorporado el último capítulo de la miniserie sobre la catástrofe soviética de 1986

Tráiler de la miniserie 'Chernobyl'

Es una serie sobre el cretinismo y el miedo a encarar la verdad. La obsesión de las apariencias políticas aunque mueran inocentes. Lo que en definitiva llegó a ser la Unión Soviética en su autodescomposición irremediable. El desastre de Chernóbil vino a confirmar el descarrilamiento de la administración comunista y el colapso de un funcionamiento político y social en media Europa. La miniserie de HBO y Sky, que este martes incorporaba su último episodio, viene a ser una parábola de lo que fue la decadencia de la URSS a partir de su suceso más sobrecogedor y que puso al mundo en peligro.

Las nuevas generaciones, tan seriéfilas, son las están siguiendo con más chorprecha y entusiasmo este relato basado en hechos reales que escapan del simple telefilme narrativo para convertirse en un retrato de las tramas de ocultamientos, mentiras y órdenes sin sentido que se amontonaron sobre un drama del que se quería pasar por alto.

Entre las curiosidades, su guionista principal, Craig Mazin, forma parte de Scary Movie 4. Y también de Rocketman

Los espectadores jóvenes no salen de su asombro de ese mundo tan horteramente espartano, del tratamiento general de “camaradas”, palabra que en esta serie antecede a exigencias crueles y en pocas ocasiones a requerimientos sensatos.

Ha habido quienes han criticado que la historia no se haya grabado en ruso, por buscarle pegas, y muchos han valorado una ambientación tan certera de la mediocridad y la cutrez en la que estaba instalada la sociedad soviética. Qué menos. Siendo un acontecimiento tan reciente y con tanto material filmado de su contexto histórico era una obligación. Había que ser fidedignos y verosímiles en la vestimenta, en el mobiliario, en la vida mundana y en plasmar cómo se vivía y respiraba en una superpotencia destinada al fracaso. Si la apariencia es real todo lo demás es creíble y reconocible.

Frente a tantas series de trasfondo histórico que se embarcan en fantasías excesivas y decoraciones imposibles (en España tenemos a Velvet, La otra mirada o la reciente Alta mar de Netflix, por poner ejemplos populares) Chernobyl es lo más aproximado a un documental en forma de cuento de terror.

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