juan delibes. director del canal caza y pesca

"Damos la caza y pesca con toda la sensibilidad y máxima prudencia"

  • Hijo del escritor Miguel Delibes, lleva adelante el canal temático cinegético más veterano, todo un emblema de Movistar +, para "disfrutar del campo"

Hace unos días intervenía en unas jornadas sobre la perdiz roja en la Universidad de Málaga, promovidas por la fundación que lleva el nombre de su padre. Miguel Delibes, escritor y periodista marcado por su vocación cazadora. Legó a sus hijos su amor por la naturaleza y por las actividades rurales tradicionales. No es casualidad que Juan Delibes, heredando la pasión, sea el veterano director del canal Caza y Pesca, una de las ofertas especializadas más reconocibles de la oferta de Movistar +.

-¿Cómo transmitió Miguel Delibes a sus hijos su devoción por el campo y la caza?

-Nuestro padre nos sacó a todos los hijos al campo. De siete, cuatro de ellos somos biólogos, cada uno de ellos aficionados a la caza y a la pesca. Yo soy un biólogo, reciclado a periodista. Mi padre puso el listón tan alto que a ninguno de nosotros se nos ha ocurrido emularle, porque las comparaciones iban a ser inevitables.

-¿Pero cómo se logra contagiar la pasión cinegética a unos hijos?

-En el caso del campo tuvimos una escuela de vida desde pequeños en una casa en el norte de Burgos, en Sedano. Allí vivíamos de junio casi hasta octubre. Hacíamos de todo y aprendimos todo de flores, pájaros, cangrejos, cuevas... la vida rural impulsa la curiosidad, por necesidad.

-Sin embargo, todo lo que rodea a la caza se ha convertido en objeto de polémica, incluso con incomprensión ¿por qué?

-Porque se ha perdido la cultura rural. Se pierden tradiciones y hábitos. Los pueblos se abandonan y los chicos jóvenes que viven en el entorno rural no se identifican con él. Toman el coche y en unos minutos están en una ciudad. No quedan jóvenes en el campo. Ser cazador en el pueblo antes era de lo más honorable. La carne se repartía entre las familias, cazar era una actividad considerada...

-¿Corre riesgo de extinción la práctica de la caza?

-Lo que es evidente es que se ha perdido la cultura rural y los chicos no han conocido lo que se hacen en el pueblo como cuando yo era pequeño. La caza y la pesca es cultura heredada de todos nuestros ancestros: aprovechar sosteniblemente lo que nos da la naturaleza. La comida es tan barata que ya nadie se imagina matando un conejo. Está de moda un colectivo como Pacma y se radicalizan las actitudes. Las jornadas de la perdiz roja, donde habían dos ponencias literarias y otras dos científicas, estuvieron amenazadas.

-¿Se imaginaba esta situación?

-Se ha llegado a un nivel de radicalismo asombroso. No se entiende el papel del cazador, de ese aprovechamiento sostenible. Si no se caza habrá que pagar a cazadores profesionales para que cumplan ese papel. Hay problemas con los jabalíes en muchos parques porque se ha cuadruplicado su número y el de cazadores se ha reducido a la mitad. La sobrepoblación de conejos amenazan los taludes de las autovías y del tren. La caza ha de seguir existiendo de manera respetuosa. La carne de caza no es imprescindible, pero hay poblaciones que están explotando demográficamente y que causan accidentes colaterales y esas comunidades de animales están condenadas a enfermedades. El propio campo se está abandonando y la UE está pensando en medidas dinamizadoras urgentes.

-Como se observan en sus programas, un cazador ya no sólo va con una escopeta.

-Hay caza con arco, que le aseguro que es muy exigente. El premio es el camino durante días hasta abatir una pieza. Es un mundo diverso, también está el rececho de caza mayor, la becada...

-¿Qué atractivo tiene un canal como Caza y Pesca?

-El de disfrutar del campo sin salir de casa. Yo incluiría más naturaleza pero hay otros canales con esa temática y no es cuestión de solaparnos. Queremos educar y crear una cultura de caza y pesca honesta y sostenible.

-¿Evitan recrearse en las piezas abatidas?

-En una pantalla no es fácil mostrar el momento de la muerte de las capturas. En frío, a los propios cazadores incluso nos parece violento. El rito que ha de seguir un cazador si se ve desde un sillón parece que se reduce a la muerte de un animal. Por eso contamos todo lo que rodea y cuestan estas prácticas deportivas. Y editar sin herir sin sensibilidades. Tenemos nuestro propio código de dar la caza y pesca con la máxima prudencia y sensibilidad. Se les transmite a las productoras: hay que quitar toda sangre o regocijarnos en el abatido.

-¿Qué siente usted como cazador y pescador?

-Soy veterano, tengo 60 años y cada vez amo más a los animales. Quiero que sus poblaciones vayan a más, y con salud. Siempre seré defensor de la naturaleza por encima de todo.

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