Adriana Ozores. Actriz

"Dueñas es una mezcla de lo patrimonial y lo personal"

  • La segunda parte de la miniserie que hoy estrena Telecinco se grabó en el palacio sevillano de la propia duquesa de Alba.

Fue la madre ideal de Manolito Gafotas y la sufrida mujer de Paco Miranda, el policía. Ahora se convierte para la televisión en Cayetana de Alba, rompiendo erróneos clichés de la noble. Telecinco pone en juego la miniserie La duquesa (que en principio iba a estrenarse más adelante), segunda parte del biopic producido por la firma andaluza Ficciona Media (ZZJ) y dirigido por Salvador Calvo. La historia se cerraba con la boda de la duquesa de Alba con Jesús Aguirre (Carlos Hipólito) y esa relación matrimonial, con las alegrías y amarguras de ambos, será el eje de esta continuación en la que Adriana encarna a la duquesa en su madurez.

-Esta miniserie viene a aclarar, diría que a enjuagar, la imagen actual que algunos programas dan de la duquesa.

-Es una persona fascinante, con muchas facetas. En esta segunda parte al no desarrollar tanto tiempo histórico se puede centrar más en la historia personal, de amor, de las necesidades y carencias que vive Cayetana. Ella quiso mucho a Jesús Aguirre, pero su relación se fue deteriorando. Creo que no llegaron a conectar lo suficiente. Tenían intereses diferentes y aquel enamoramiento inicial, el que se veía en la primera parte, llega a truncarse.

-La suerte de esta biografía es que se ha podido rodar en los escenarios reales de la historia, en los palacios de Liria y de Dueñas ¿cómo fue la experiencia?

-Sí, fue una suerte, y un honor grabar en Liria y en Dueñas. Fue impresionante. Liria, el de Madrid, es más bien un museo, pero el de Dueñas tiene más sabor personal, está más vivido por ella. Grandes obras de arte pueden estar alternadas por recuerdos de viajes, detalles comprados por la propia duquesa. Dueñas es un mezcla de lo patrimonial y lo personal y se nota que es la dedicación de toda una vida.

-¿Paseando por esos pasillos llegó a sentirse usted una verdadera duquesa?

-No. Actúas, terminas y la única diferencia es que te sientes mejor en un lugar así. Te sientes feliz al verte rodeado de tanta historia, belleza, arte. Todo está colocado con un gran gusto...

-¿Estuvo la duquesa presente durante el rodaje?

-Ella sólo fue a vernos una mañana al palacio de Dueñas, saludó a todo el mundo y fue muy cordial con nosotros. Lo mejor es que no viera lo que supone una grabación, porque a veces es que entramos como Atila. Los empleados del palacio, por ejemplo, cuidaban de que fuéramos meticulosos. Nos recomendaban "no pisen esa alfombra en exceso", y después te enterabas de que esa alfombra había sido de Boabdil. El equipo tuvo mucho respeto con los escenarios reales.

-¿Cuentan con el beneplácito de la duquesa y de su familia también en la narración?

-No serán unos episodios ñoños. El guión se atiene a una documentación y ellos respetan nuestro proyectos. Habrás cosas, detalles puntuales, con los que no estarán de acuerdo, pero creo que respaldarán la obra.

-¿Difiere mucho la duquesa que usted interpreta de la que pudo conocer en la vida real?

-A Cayetana de Alba sólo la he visto un rato, pero se nota que es una mujer generosa. Se le ve el amor y la dedicacion que ha tenido a lo largo de su vida. Es normal que ella encuentre muchas diferencias. Si se hiciera una pelicula de la vida de cualquiera el universo personal siempre más grande de lo que puede aparecer en una ficción.

-¿Qué impresión tienen del trabajo de La duquesa ?

-Estamos muy contentos. Salvador Calvo es un director profundo, riguroso, y hemos trabajado con un guión muy elaborado, con una documentación tan extensa que era una maravilla.

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