España, a medias

La murciana Ruth Lorenzo se encuentra en estos momentos en un hospital de su tierra descansando durante dos días para tomar fuerzas y salud con vistas al Festival de Eurovisión y tras una agotadora actividad promocional. Va a necesitar dosis extra de vitaminas en su remontada ante las casas de apuestas. En el plazo de un mes ha pasado de estar en el puesto 16º a acariciar el 10º lugar entre las estimaciones de los apostantes. Todavía hay tiempo para mejorar y confirmar, pero las cartas parecen marcadas una vez más en la cita festivalera cuya gala final se celebrará el sábado 10 de mayo en Copenhague.

Not alone es la vibrante balada de Aram MP3, en línea con el recordado ganador Euphoria, que se presenta como la segura triunfadora de la cita eurovisiva según los expertos de las casas. Una victoria de Armenia se paga 7 a 4 u 11 a 8, escaso margen de ganancia que augura un previsible primer puesto. Desde los primeros días de su elección, a principios de año, el representante armenio, que cantará toda su canción en inglés, está al frente de los pronósticos. En segundo lugar se encuentra, cómo no, un país nórdico. Suecia es la segunda aspirante a la victoria en la capital danesa con Undo, la canción que defiende la veterana y escultural Sanna Nielsen, que quiere aprovechar este sueño que se ha convertido en realidad de representar a sus paisanos tras numerosos intentos. Una victoria sueca se paga 3 a 1 de media.

Ruth, que se impuso por desempate con el criterio del televoto ante la sudafricana Brequette, llega el sábado a Dinamarca con todo el equipo de Dancing in the rain, la canción española que más de la mitad de su letra se interpretará en inglés. La cantante que envía TVE llegaba a la preselección con el respaldo de los eurofans, tras haberse convertido en un fenómeno en el Reino Unido por su brillante participación en el talent show X Factor. La última rueda de prensa en España se celebraba este lunes, donde la delegación de TVE apelaba a la potencia de la canción para contar cada vez más con mayor atención del público europeo. José María Íñigo será el narrador de la cadena pública y transmitía buenas vibraciones sobre la balada de Ruth Lorenzo para enjugar la decepción del pasado año de El Sueño de Morfeo, que quedaron penúltimos.

Una victoria de España en Eurovisión se paga en estos momentos con 50 a 1, un margen que presenta improbable el logro. La canción española, que estaría en la mitad de la tabla según esta estimaciones, forma conjunto con Grecia, Rusia e Italia, otros países que entrarían en la zona templada de la final. El trabajo en los ensayos y los comentarios en las redes sociales durante esta recta final vendrían a animar estas perspectivas, ya que el televoto y el jurado especializado de cada país cuentan con un 50% de la puntuación final.

El resto de favoritos según las casas de apuestas son la anfitriona Dinamarca, cuya victoria se paga 7 a 1, con el joven de origen marroquí Basim, que cantará Cliche love song; Reino Unido, 12 a 1 por su título, con una joven novata, Molly Smitten-Downes, que está seduciendo con la intensa Children of the Universe: y Ucrania, al margen del clima bélico que se vive en este país, que acude con Mariya Yaremchuck y la rítmica Tick-Tock, que se paga en una media de 14 a 1.

Entre las anécdotas que ya registra esta edición se encuentra la de la representante de Austria, Conchita Wurst, un transexual barbudo que no cuenta con demasiadas simpatías e incluso ha recibido comentarios de rechazo entre rivales como el cantante armenio. Por delante de España en estos momentos se encuentran Noruega, Hungría, Azerbaiján (que se puso en el mapa gracias a su victoria y su posterior edición de anfitriona), Israel, Rumanía, Bélgica y la mencionada representante austríaca. Entre las delegaciones con menos opciones se encuentran Georgia o Portugal, cuyas victorias se pagan con 500 a 1 en las apuestas.