Tras una década en El Pelotazo, José Guerrero, El Yuyu, una de sus piezas clave,da el salto a la radio nacional con ganas de hacer reír.

-Se confirma su fichaje por la Cadena Ser. ¿Primeras sensaciones?

-Muy buenas. Llevamos muchos años trabajando, subiendo escalones y hasta aquí hemos llegado. Estoy bien, contento, ilusionado.

-Marcháis para Madrid, entonces.

-Los viernes, sábados y domingos, nada más. ¿Te parece poco?

-Trabajará de lunes a viernes en El Larguero y los fines de semana en Carrusel Deportivo. Para que luego digan que el Yuyu es un flojo...

-(Ríe). Sarna con gusto no pica.

-Quizás con un poquito de vértigo por lo que se avecina, ¿no?

-Los inicios, en lo que sea, son así. Y tengo las mismas sensaciones que cuando empecé en El Pelotazo hace diez años; en uno de esos momentos en los que uno piensa: 'En qué fregao me he metido...'. Pero éste es un fregao apasionante. Los inicios en cualquier trabajo, cuando uno cambia y más después de tantos años, dan miedo, nervios, son más complicados de lo que parecen. Más aún cuando damos el salto a nivel nacional, y te queda la duda de si esto funcionará fuera...

-Ha comentado que fichar por la Ser es como jugar en la Champions; además con el mismo equipo y una técnica consolidada. ¿Habrá novedades?

-El estilo será como el de El Pelotazo, un producto que es nuestra seña de identidad. Esa será nuestra baza fundamental, pero hay que definir temas. Lo principal es que la gente se divierta y se olvide de la crisis. Hacer reír no tiene precio.

-Al ser a nivel nacional, habrá unos cuantos chistes que tendréis que obviar. El humor de El Pelotazo es muy de Cádiz, muy andaluz.

-El humor es internacional, aunque obviamente a la gente de Bilbao no le va a hacer gracia un chiste de Carlos El Legionario... Pero esto es algo que está más que superado. Antes te sentabas a escribir una chirigota pensando en chistes puramente locales y ahora se hacen para un público mucho más abierto. El humor es bueno o es malo, no hay más. Y hay chistes que dándoles un giro, poniendo y quitando, ya se entienden en todos sitios.

-Imagino que además de miedo, también nostalgia por dejar atrás una etapa que le ha dado tantas satisfacciones. ¿Qué me dice?

-En la vida pasan trenes que hay que coger, porque te abren un campo de nuevas posibilidades. Claro que me da pena dejar a mi gente, mi programa... Son muchos años, pero siempre hay que mirar hacia adelante. Yo estoy súper feliz por la nueva etapa, aunque eso no quiere decir que no vaya a echar de menos lo que tengo en Canal Sur.

-Además este cambio, como en todos los fichajes de este tipo, dará lugar a un sinfín de comentarios. ¿Qué le dice la gente?

-Me voy pero eso no quiere decir que no estuviera contento donde estaba, eso lo quiero dejar claro. Es como el que juega en el Cádiz y la gente le dice "eres un fenómeno, no te vayas", pero si al chaval le sale la oportunidad de jugar en el Madrid... por poner un ejemplo. La gente puede hablar y decir de todo, pero nada más que uno sabe por qué hace las cosas. Hay que abstraerse de los comentarios e ir quemando etapas en tu vida.

-Además, la marcha no es tan traumática porque viajas junto a parte de tu equipo. Eso también será una gran satisfacción, ¿no?

-Hombre, no tiene color. Cuando uno llega a un sitio nuevo, siempre te da un poco de cosa. Llegando con tu gente, no es lo mismo. Estamos muy ilusionados con esta nueva etapa que ya mismo empieza.

-¿Qué pensasteis cuando os lo propusieron? ¿Hubo unanimidad?

-Los famosos flecos de toda negociación, pros y contras; lo típico. Es difícil abandonar tu entorno, tu vida, tu gente para emprender una nueva etapa profesional, pero finalmente todos coincidimos en que ésta es una oportunidad única y hay que aprovecharla.

-Empezó comentando en radio noticias de carnaval, y éste le ha dado un futuro profesional muy prometedor. ¿Se lo imaginaba?

-Qué va, para nada. El Carnaval me ha abierto puertas maravillosas y, lo que hoy tengo, claro que se lo debo a él y los años que llevo.

-Y lo de dedicarse toda su vida al humor. ¿Se lo planteó alguna vez?

-Que me llamen humorista me da un poco de agobio y me entra 'neura', en serio. Nunca me lo planteé, pero tampoco Bardem pensaba que podría ganar un Oscar, ¿no?