TV-Comunicación

'GH' también tiene límites

  • La dirección del 'reallity show' ha expulsado a Julio 'El Feroz' y a Flor por no cumplir las reglas del programa.

Gran Hermano es un caos, y a ver quién dice lo contrario.  La gala del pasado jueves subió de audiencia, pero para encontrarse de lo malo lo peor. El programa empezó con una Mercedes Milá disfrazada de quién sabe qué -aunque su diseñadora contó que su look estaba inspirado en las plantas tropicales- con un manual del concursante en la mano. Ella leyó con contundencia lo que ahí decía; un texto bastante inespecífico, por cierto, que por mucho énfasis que le pusiera realmente no aclaró demasiado, por no decir nada. Sí lo hicieron las imágenes que ponían a Julio El Feroz y a Flor de patitas en la calle.

Estos, que se lucieron haciendo edredoning con perlitas como "lo que hagas aquí, va a ser lo que tengas fuera", "a ésta (refiriéndose a su nuevo ligue argentino) me la llevo de bolos por todas las discotecas de España" o "para eso he venido", fueron expulsados por Gran Hermano y Zeppelin TV al ir en contra del espíritu irrenunciable del programa. Las medidas justas; pero ¿qué pensaba la productora al meter en Guadalix a esa panda de peliteñidas con agua oxigenada y chicos adictos a los esteroides anabólicos? Para toda España, desde que estos entraron en la casa iban con el objetivo de forrarse, y lo que viniera. Listos, tontos, montajistas o idiotas fueron algunos de los adjetivos que la Milá dedicó a sus niños, con los que se ensañó de mala manera, al igual que el público.

Menuda nochecita. Entre esto, las confesiones de la presentadora sobre sus experiencias a la hora de ir al baño y el vuelve la burra al trigo con el huevo pelón del ex concursante Óscar, se ensombreció la salida de Mireia. Para algo normal de la gala... Todos expulsados.

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