"Las dos Martas a las tres en Cuatro". Fue la frase con  la que quería que el público recordara la cita informativa de sobremesa, junto a Marta Reyero, cuando Cuatro inició sus emisiones en 2005. Dos años después de su marcha a Telecinco, vuelve a su antigua casa, donde también inauguró las emisiones de CNN +. Se incorpora el lunes a Las mañanas de Cuatro y llega directamente desde la Puerta del Sol, tras las uvas junto a Sara Carbonero y Pilar Rubio.

-¿Cómo fue su experiencia con las uvas, después de tener menos audiencia que Belén Esteban?

-Fue algo muy divertido. Nuestro mayor temor era que entre tanto escándalo metiéramos la pata. Desde los balcones no se oye el reloj, pero lo solucionaron los técnicos. Era lógico que Belén tuviera más audiencia que nosotros porque también hubo más expectación.

-Creo que su marcha a Telecinco fue más provechosa de lo que usted se podía imaginar entonces...

-En Telecinco he tenido la oportunidad de trabajar con gente que me gusta. He crecido mucho y he hecho muchas cosas.

-En Telecinco presentó por primera vez un magacín, relevando a Ana Rosa ¿fue arriesgado?

-Cuando era niña había presentado Madrid Directo.  El programa de verano era una máquina tan potente, tan engrasada... El equipo de Ana Rosa sabe rodearse de talento.

-¿Se veía alguna vez en algo así?

-Yo que soy  muy patosa  me conformaba con no tropezarme por un plató tan grande... Un magacín te obliga a cambiar de registro a cada momento, es como la vida.

-¿Cómo serán sus mañanas?

-Relevar a Concha es un honor y   vamos a contar lo que está pasando. No coincide en horario con Ana Rosa Quintana y a partir de las 12.30 se están produciendo muchas noticias. Vamos también a rejuvenecer la tertulia política.

-¿Telecinco o Cuatro?

-Hacemos televisión. Da igual dónde.  Ahora somos  uno.