El programa La tarde, aquí y ahora conJuan y Medio en Canal Sur tampoco contó desde este jueves con público en el plató, siguiendo las recomendaciones contra el coronavirus que siguen todos los espacios que se emiten en directo desde Madrid y Barcelona.

Desde este jueves los espacios de la cadena andaluza dejan de tener asistentes como medida para evitar propagaciones contagiosas. En la edición del miércoles se redujo la presencia de seguidores y hoy jueves  la grada se quedó vacía, quedándose en casa los invitados previstos que debían llegar desde Córdoba.

Para mantener el clima de las ediciones habituales de La tarde, aquí y ahora miembros del equipo dedicaron sus esfuerzos a aplaudir y jalear, para que de cara a los espectadores en casa el espacio centrado sobre todo en la búsqueda de parejas mantenga su tono.

El equipo de Juan y Medio animando en las desangeladas gradas

En la despedida del espacio el propio Juan y Medio reconoció la experiencia curiosa que ha vivido con el plató desangelado. 

Es una reacción similar a la vivida anoche por David Broncano y el late show de La resistencia, en el que los propios compañeros aplaudían en el mismo escenario y la directora de vestuario se dedicó a insultar vivamente al presentador jiennense, sorprendido por el entusiasmo con que actuó.

La Misa, sin gente

La Santa Misa de El día del Señor, el programa más veterano que hay en la parrilla de TVE con más de 63 años en antena, vivirá una situación insólita el próximo domingo. La celebración (que ha de ser en directo para que tenga validez litúrgica) se celebrará con el aforo vacío en la capilla de las Salesianas del colegio San José de Madrid. 

El templo estará vacío salvo un pequeño coro para la ceremonia. 

El día del Señor siempre se ha retransmitido desde numerosas iglesias de todo el país y ni a mediados de los 70, cuando se procedió por recorte de gastos a un plató convertido en capilla, se suprimió la presencia de feligreses para crear una atmósfera real de templo y consagración en directo.

Unidas Podemos pidió hace unos años suprimir por completo la Misa televisada, que atiende a medio millón de espectadores enfermos, cifra que se disparará con toda seguridad en el próximo fin de semana. El Defensor del Pueblo reconoció el servicio público de este espacio en directo ante la sorprendente petición del ahora vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias.