El Gobierno que salga de las elecciones del 28 de abril se encontrará a continuación en la mesa con la dimisión de la administradora única de RTVE, Rosa María Mateo. La responsable con más competencias de la historia reciente de la corporación pública dejará vía libre a la sucesión, que en principio está contemplada en selección de concurso, que ha quedado en suspenso con la convocatoria electoral.
Mateo comparecía este jueves en la comisión del Congreso, con encendidas críticas de PP y Ciudadanos, una vez más, por su labor. La adminstradora recordó que cuando, tras carambolas de renuncias, aceptó en julio esta responsabilidad lo hacía “por unos meses”, en cuanto hubiera un nombramiento del consejo de administración del concurso y que nunca ha perdido la noción de que su labor es transitoria. La propia Mateo es consciente de que al margen de la reforma en los informativos (tildada de “purga” por la oposición al PSOE), las cifras de audiencia y la aceptación a los contenidos de sus canales no son los apetecibles. La veterana periodista no quiere dar la impresión de estar “atada” a la silla. “Es un trabajo al que me he enfrentado con toda mi buena intención, con todos mis conocimientos y con todos mis deseos de hacerlo lo mejor posible”, justifica.
El PP opina que con Mateo “no está garantizada la neutralidad, objetividad e independencia” y mantiene una “subordinación y pleitesía descarada” hacia el PSOE.
La administradora justificaba este jueves la cobertura en el canal 24 Horas de la presentación del libro del presidente Pedro Sánchez en línea con otros acontecimientos en los que fue protagonistas el ex presidente Mariano Rajoy en su momento. Ante la campaña electoral Mateo subraya que RTVE atenderá a los requisitos de imparcialidad que se le exijan.
El portavoz de Ciudadanos, Guillermo Díaz le inquirió:“queremos que se vaya”, mientras recibía la defensa de Unidos Podemos.
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