"Desde Miramar, buenas tardes”, pronunciaba el que sería el sonriente rostro de TVE en Cataluña durante años, José Luis Barcelona.
Las emisiones desde el palacete de Miramar, en lo alto de Montjuic, comenzaban hace hoy exactamente 60 años con un programa especial titulado Balcón al Mediterráneo. Uno de tantos milagros de aquella TVE pionera gestada por militares ya que hasta minutos antes había caído una tromba en la capital catalana. En aquel programa por primera vez pudieron ver el mar en tiempo real en Madrid o Zaragoza, las otras dos grandes capitales que sintonizaban la voluntariosa señal catódica en 1959.
Aquellas instalaciones de TVE son ahora un hotel pero hasta 1983 fueron eje de una inquieta redacción y un centro de apoyo a la producción de Prado del Rey. Pese a los victimismos catalanistas, la sede de TVE en Barcelona siempre ha sido la niña mimada de la corporación pública, por inversión de profesionales empleados y encargo de contenidos, además de producir una abundante programación en catalán que no tiene paragón en ninguna otra comunidad autónoma y pese a la existencia de TV3.
Desde Sant Cugat (instalaciones inauguradas el 23 de junio de 1983) se producen tres canales de RTVE: La 2, Teledeporte y el infantil Clan, además de contar con programas para el 24 Horas. Incluso RNEemite allí Radio 4, la única emisora regional de la corporación. En 2018 desde las instalaciones catalanas de TVEse produjeron 2.295 horas, de las que 1.597 fueron en castellano y 699 en catalán (incluidas 52 misas dominicales).
Y todo comenzó hace 60 años. El único canal nacional, que arrancó en 1956, se sintonizaba en Catalauña desde febrero del 59, con uno de aquellos ‘clásicos’ futboleros como banderín de enganche. Para ver la televisión en Andalucía hubo que esperar a noviembre del 61, cuando estuvo listo el enlace de Guadalcanal, en la serranía norte sevillana.
José Luis Barcelona era compañero de Mario Cabré en uno de los primeros éxitos televisivos barceloneses: Reina por un día, antecesor de Sorpresa, sorpresa.
De las instalaciones de Miramar surgieron formatos recordados de aquella primera etapa de TVE como el concurso Las diez de últimas, en una tradición a la que proseguirían, con el sello de Sergi Schaff, Si lo sé no vengo, El tiempo es oro, 3x4 (el trampolín de Julia Otero, arriba en su debut) y un Saber y ganar que se acerca a los 23 años en La 2.
Además de Jordi Hurtado el centro catalán cuenta con el descubrimiento de nombres como Rosa María Sardá, Javier Sardá, Constantino Romero y anteriormente veteranos como Mario Beut, Aurora Claramunt, o el escritor Terenci Moix como furibundo entrevistador. Es el autor también de uno de los más rupturistas montajes teatrales de la cadena pública, Salomé, de Oscar Wilde, producido en 1976, con Nuria Espert y el primer desnudo integral televisivo en España.
Ya en 1959 desde Barcelona se buscaban nuevos talentos musicales: Primer aplauso, y 30 años después, desde los estudios de Gestmusic, fue la cantera de Operación Triunfo. La Trinca, tras pasar por TV3, tuvo su gran oportunidad en TVE con su Tariro tariro en 1988, lo que les abrió la puerta a crear la gigantesca productora de su propiedad.
La primera emisión en catalán fue el 27 de octubre de 1964, con el dramático La ferida lluminosa, de Josep Maria de Segarra, y el primer programa, mensual, en 1967 fue Mare Nostum. Los espacios en catalán aumentaron con la transición, con desconexiones al mediodía y en las tardes, rastros que aún perviven en las parrillas, con espacios deportivos nocturnos como El Rondo.
A fondo, Polideportivo, Sobre el terreno, Ni en vivo ni en directo (con Emilio Aragón), Buenas noches (con las entrevistas de Mercedes Milá), Plástic, Juego de niños, Redes y espacios infantiles como Planeta imaginario o Pinnic forman parte de la historia de la cadena española desde Cataluña.
El escarabajo verde, Cachitos de hierro y cromo, Conexión Teledeporte, La hora musa, Cartas en el tiempo o Imprescindibles son algunos de los programas de La 2 con la vitola del centro de Sant Cugat.
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