TV-Comunicación

Un espectáculo de risas y talento

  • Telecinco estrena esta noche el 'talent' infantil 'Little Big Show', presentado por Carlos Sobera

El presentador asegura que es el programa más difícil al que se ha enfrentado en toda su carrera.

El presentador asegura que es el programa más difícil al que se ha enfrentado en toda su carrera. / mediaset

Para rellenar el hueco que ha dejado La Voz en la noche de los viernes Telecinco ha apostado por Little Big Show, un nuevo talent infantil presentado por Carlos Sobera que se estrena hoy a las 22.00 horas. En el concurso participarán niños con edades comprendidas entre los dos y los quince años que demostrarán su talento sobre el escenario. Al plató acudirán pequeños acróbatas, virtuosos del violín y de la guitarra, maestros de la batería, genios en artes, ciencias o matemáticas, gimnastas, bailarines o expertos en juguetes infantiles que no dejarán indiferente a nadie. En el programa de esta noche habrá un entendido en el arte de Miguel Ángel que lo sabe prácticamente todo sobre el artista del Renacimiento; un guitarrista inglés y su pequeña intérprete, que no sólo traducirá a Carlos Sobera sino que también lo imitará hasta las últimas consecuencias; dos hermanos expertos en silbo gomero que intentarán enseñar al presentador las técnicas de esta forma de comunicación; y un motorista de tan sólo cuatro años que, a pesar de su enorme timidez, sacará su faceta más pícara jugando con Carlos. A diferencia de otros programas de este tipo, aquí no habrá competición entre los participantes ni serán evaluados por un jurado, algo que ayuda a crear un ambiente más relajado y sin presión. Esta fórmula ha resultado muy exitosa a nivel mundial. Es la adaptación española de Little Big Shots, espacio producido en Estados Unidos por Ellen DeGeneres y seguido por más de quince millones de espectadores en su primera temporada en la cadena NBC. Ya ha sido adaptado en más de veinte países.

Antes de que los pequeños artistas suban al escenario serán entrevistados en un sofá gigante por el presentador, que se convierte en cómplice de los participantes y les hace sacar su parte más divertida. Durante la charla, Carlos tratará de averiguar las aficiones de cada uno, sus sueños y sus opiniones poniéndose absolutamente a su nivel, lo que en ocasiones también tendrá consecuencias para él: Terminar siendo él el entrevistado, verse repentinamente empapado de agua y tener que escuchar que está entrado en años y que no es tan atractivo como dicen serán algunas de ellas. Sobera, que cuenta con una amplia trayectoria en televisión, asegura que este "ha sido el programa más difícil y más bonito de toda mi carrera". Cuenta que lo más importante para él a la hora de trabajar en este programa es "la oportunidad que se nos da de establecer un diálogo de tú a tú, como iguales, para que los niños se expresen en toda su amplitud". En cuanto a lo que más le ha sorprendido dice que ha sido el aprender "que los niños, dentro de su mundo infantil, tienen una extraordinaria visión de las cosas, gracias a su naturalidad y su sencillez. Me ha sorprendido la madurez que tenían delante de un presentador al que no conocían, delante del público y de las cámaras de televisión. Han sido los grandes dominadores de la situación y se han expresado libremente, con mucha cordura y sentido común, diciendo verdades como puños, sin tapujos y sin prejuicios".

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