Este manchego de Talavera de la Reina se curtió en Telemadrid y hace unos diez años pasó a Antena 3. En el actual espacio de sobremesa de El Tiempo, donde cada día hace un repaso al mapa entre datos y noticias medioambientales, ha cumplido cinco temporadas.

-¿Las noticias del tiempo parecen catastrofistas? O hace mucho calor, o hace mucho frío...

-Los meteorólogos no deberían de dar una mirada catastrofista al tiempo. Las temperaturas a veces son espectaculares, como las de estos días, pero aunque lleguemos a abrir los informativos, los meteorólogos no solemos pecar de alarmistas. Y ante el calentamiento global no debería haber debate en que vivimos años cada vez más cálidos.

-El propio calentamiento global despierta vaticinios muy negros.

-Lo del calentamiento global ya es rotundo, lo estamos viviendo. El debate surge en las consecuencias que se producirían entre los próximos 50 y 100 años. Es un asunto que obliga a la responsabilidad individual. Cada día somos más, con más actividades industriales y emisiones de efecto invernadero. Las temperaturas van incrementándose de forma imparable, aunque también se produzcan grandes heladas.

-¿Estaríamos a tiempo de hacer mucho por mitigar el calentamiento?

-Todos debemosbe ayudar. Sin caer en el egoísmo porque las consecuencias sean a largo plazo.

-¿Diría que el tiempo se ha vuelto loco?

-No está loco, pero tiene sus sorpresas. Cada vez es más raro ver inviernos muy fríos y los veranos se alargan hasta noviembre. Pensando en el turismo parece que está bien, pero los gallegos, por ejemplo, están bien preocupados con el tiempo tan raro que están viviendo.

-Aunque no haya viajado a todos los pueblos ¿qué curiosidades ha descubierto en el mapa?

-Me llama la atención que las tendencias en Málaga suelen ir al revés del resto de España: cuando bajan las temperaturas en el resto de la península, en la Costa del Sol suben; y al revés. Me conozco todo el mapa, sí, y me gustaría viajar a muchos pueblos que menciono y que sólo visito con el Google Earth.

-¿De qué lugares se ha enamorado por las fotos que le envían?

-Con las fotos es otra forma de viajar a diario. Me encantan los Valles de Navarra, que cuando parece que en toda España está despejado entra por allí un mar de nubes. O la Costa Tropical granadina. Un espectador nos manda el amanecer todos los días. Es un lujo. O los amigos que suben al Veleta y te enseñan las nieves que quedan en julio.

-¿Cómo surgió lo de la interacción con los espectadores?

-Es cuestión de aprovechar las tecnologías y la cercanía con los espectadores. Es una capacidad instantánea de conocer las consecuencias del tiempo. En Telemadrid sobre el año 2000 yo ya ofrecía las fotos de los espectadores.

-Entre tanto mapa, tantas cifras ¿qué es lo que tiene presente cuando prepara el programa?

-Lo que tengo claro es que salir a dar una clase magistral aburres a los dos minutos. En un medio de masas lo que tiene sentido es contar lo que sucede con todo el rigor, pero que sea entretenido. Yo me lo paso bien creando el relato de cada día y lo transmito así a la audiencia.

-¿En la redacción hablan del tiempo, como en el ascensor?

-El equipo los formamos unos diez compañeros y sí, nos llevamos todo el día hablando del tiempo. Fuera del trabajo ya sí nos obligamos a hablar de cualquier otra cosa.

-¿Con los medios de ahora es imperdonable equivocarse?

-Ahora se nota más cuando no se cumple el pronóstico. Siempre hablamos de porcentajes. Con el desarrollo de modelos matemáticos, todo es más inmediato y fiable. Pero nunca se sabe. Lo mejor es que en este gremio no somos unos científicos encerrados en un laboratorio.