Tras pasar por escenarios históricos como la Alhambra, TVE graba en estos días en el monasterio de Yuste el tramo final de la serie Carlos, Rey Emperador correspondiente a las grabaciones de las escenas del retiro de Carlos V. El emperador pasó los últimos años en este paraje de la comarca de la Vera y fue enterrado incluso a los pies de su altar. En este final del rodaje interviene el joven actor Álvaro Cervantes, que da vida al monarca español a lo largo de toda la ficción y los intérpretes Laia Costa, el algecireño Víctor Clavijo y Marina Salas.

Desde la cadena pública se detalla que las escenas en Yuste se han asumido con una atmósfera "muy intimista" para retratar lo que supuso el retiro de un rey tan entregado a la gestión de sus amplios dominios.

Carlos, Rey Emperador, producida por la firma catalana Diagonal, viene a ser una continuación de Isabel y ambas series serán engarzadas con un telefilme sobre los últimos años de reinado de Fernando el Católico, interpretado por Rodolfo Sancho.

Carlos I tenía sólo 56 años cuando eligió el apartado rincón de Yuste para abdicar en su hijo Felipe II, un retiro obligado por sus enfermedades y las penurias económicas que marcaron todo su reinado. Para dar mayor credibilidad al relato TVE y Diagonal han contado con la autorización de Patrimonio Nacional para grabar en los escenarios monumentales que albergaron a los personajes históricos. Yuste estuvo abandonado durante años y todos los edificios se rehabilitaron.

El rodaje de esta serie concluirá a mediados del mes de agosto y las escenas en Yuste serán las últimas que se rueden en exteriores. Carlos, Rey Emperador está dirigida por Oriol Ferrer, uno de los responsables de Isabel, con Salvador García y Jorge Torregrosa como directores de capítulos y José Luis Marín, coordinador de guión de la segunda y tercera temporada de Isabel, como guionista. La mayor parte del equipo técnico ya estuvo en la serie de la reina católica por lo que la continuidad, en estilo y calidad, prosigue en la temporada sobre el emperador alemán.