Reportaje

¿Tienen razón en Utrera al quejarse del tratamiento en 'Viajeros Cuatro'?

La Húngara en el programa 'Viajeros Cuatro' dedicado a Sevilla y su provincia

La Húngara en el programa 'Viajeros Cuatro' dedicado a Sevilla y su provincia / Mediaset

En la localidad de Utrera han mostrado su indignación con el tratamiento y duración de los fragmentos dedicados a esta monumental población sevillana en Viajeros Cuatro.

El equipo de la productora Mandarina se extendió por unos cinco minutos de un programa que duraba cincuenta y que estaba dedicado a toda la provincia de Sevilla. Cinco minutos en prime time en Cuatro no es mala exposición.

La ciudadanía de Utrera, enfadada por la imagen que Cuatro ha dado de su pueblo

En ese fragmento que ha causado pesar aparecen algunas calles agradables de la población, se habla de su afamada (con todo merecimiento) confitería y como conductora una participante de Gran Hermano, Aguasantas Vilches, con escenas que buscaban una versión reducida de Los Gipsy Kings como la fiesta del sexo de un bebé.

De haberse pretendido un documental histórico, de esos que a veces no ve nadie en La 2, se hubiera hecho escala en templos y rincones de más enjundia y de haberse tratado de una promoción turística podrían haber surgido otros personajes más conocedores de la riqueza y calado de Utrera. Para algo más lucido, tal vez, hay que pasar por caja.

Protestar por un programa donde la ciudad, sinceramente, no ha recibido un trato denigrante, no es un buen camino para atraer a otras producciones para que vayan allí.

Para una empresa que tiene el punto de vista desde Madrid les aseguro que incluso han sido cariñosos con Sevilla y su provincia. El punto de vista de proximidad siempre es más certero si lo hace una cadena andaluza, de ahí que sean necesarios en el prime time formatos como el A toda costa de Canal Sur que está encontrando el respaldo de la audiencia.

Utrera tiene derecho a queja, pero no debería quejarse. Hay otros espacios de Cuatro que iban directamente al agujero del váter. El programa anterior, Callejeros, se distinguía por irse a los polígonos y seguir el rastro de toxicómanos, mendigos, enfermos mentales.

Surgían programas grabados en Cádiz o El Puerto de Santa María que sí eran para protestar por el sesgo sensacionalista. Los que hacen la tele desde Madrid son así y enfocan la realidad que más publicidad recauda.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios