Un alumno de la escuela taurina La Gallosina, que dirigen en la Plaza Real los matadores de toros José Luis Galloso y José Manuel Berciano, sorprendió a todos en la temporada pasada, en su presentación sin caballos ante sus paisanos.
Alejandro González Acosta, de familia del campo portuense, de la zona de Los Perales, el canal y La Manoteras. En su haber cuatro tardes en El Puerto, las cuatro cortando oreja, y dos más en plazas importantes, Valladolid y Málaga, y en las dos también cortando oreja. Y algo nada desdeñable, a todos los erales los despachó de una estocada menos a uno, que cobró antes un pinchazo previo ensayando a recibir.
Alejandro González sorprendió, ahora arranca en solitario aunque sigue en la escuela y mañana torea en Eibar en un festival junto a los matadores Canales Rivera y Julio Benítez "El Cordobés", con novillos de Lorenzo Rodríguez "Espioja".
"Es una gran oportunidad -explica Alejandro- ya que este festival nos abre expectativas de otras tardes en el norte y Francia. Tengo que estar por fuerza". Acudirá con su hermano Christian y José Antonio Heredia Femenia de banderilleros, cuadrilla netamente portuense: "Heredia y mi hermano son los que me ayudan ahora y el año pasado me echó un cable grande el ganadero José Luis Sánchez. Tentando las vacas de Montes de Oca aprendí muchísimo y fueron la clave para estar a la altura en las tardes de El Puerto, Valladolid y Málaga. Me dieron mucha soltura y le estoy muy agradecido".
Se define como un torero serio y se encuentra muy cómodo en la suerte suprema. Lo hemos visto y es el suyo un toreo viril, de cercanía y mano baja y sin concesiones a la galería: "no me siento de otra forma. No intento copiar a nadie, pero me fijo mucho en toreros como José Tomás, Perera, Juan Mora, Joselito o Uceda Leal a la hora de estoquear, pero intento ser diferente".
Este año le resultará más fácil torear en las Vascongadas que en El Puerto: "lo de que en El Puerto no haya novilladas este año es un palo para todos los que tenemos la ilusión de torear aquí y ser toreros. Encima de las pocas oportunidades que hay, pesa mucho que no las tengas ni siquiera una en El Puerto".
En estos días aprieta el acelerador, entrenando con Heredia y su hermano: "por la mañana a trabajar en el campo, instalar el regadío, desmontar, cardar... Hay mil labores. Y por las tardes a entrenar. No hay tiempo para más", sí que tiene un momento para una broma "la verdad es que es mejor arrimarse o una voltereta que trabajar en el campo". Mañana tiene esa oportunidad de arrancar temporada y carrera, que Dios reparta suerte.
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