Toros

Cornadas que dan las lluvias

  • Al limbo la cita cumbre del abono: Morante, El Juli y Manzanares· Juan Bautista y Daniel Luque ven volar su única oportunidad

No es sencillo calibrar quién ha salido perdiendo más. El martes y el miércoles se suspendió a mediodía y sin sortear. La frustración se vivió de otra manera. Debió de ser amargo para Juan Bautista, que nunca había toreado en la feria, y para Alejandro Talavante, librado sin fortuna de sus dos primeros compromisos de este año en Sevilla. La única voz que se ha dejado oír es la de El Cid, que torea hoy la cuarta de las cinco corridas que tiene ajustadas en la Maestranza. Para lamentar que la empresa Pagés no optara por un aplazamiento. Y una inútil sugerencia: que se diera la corrida el sábado por la mañana.

La corridas matinales suelen ser tan indigestas como las nocturnas y, si vienen de pegote, más. Y si es en Sevilla, un sábado de feria y en jornada de previsible resaca, todavía peor. Sólo en algunas ferias francesas se acumulan festejos en sesiones matinales y vespertinas de fin de semana. En Arles por Pascua; en Nimes y Vic Fezensac por Pentecostés. Por razones poderosas que se acumulan también. El abonado de París, por ejemplo, se siente mejor pagado si entre viernes y lunes tiene la fortuna de verse ocho corridas, ocho. Una expedición taurina a Arles o a Nimes se dobla en valor así.

En contra de lo que pudiera parecer de sentido común, los toros por saturación tienen en Francia encanto y gancho irresistibles. Más de una vez se ha comparado la pasión por los toros con el delirio de la ebriedad. Y eso mismo. Las corridas en cadena, además, desatan entre los toreros rivalidad. ¿Y si llueve? No hay fechas, que es lo que acaba de suceder aquí.

Un aplazamiento por lluvia en San Isidro propició que de novillero, y la tarde de su presentación en Madrid hace cinco años, Miguel Ángel Perera lograra un triunfo de resonancia y respeto. No es fácil en ninguna parte, y en las Ventas menos, cortarle las dos orejas al primer toro de corrida. El último capaz de firmar tal hazaña ha sido ese Miguel Ángel Perera que, según frase más sonora que precisa, “rompió” la feria el pasado viernes. Con la zurda.

La lista de damnificados por los vendavales incluye a Morante, a El Juli y a Manzanares, anunciados anteayer con la corrida de Zalduendo. El cartel más rematado del abono. En los tres carteles de El Juli en el abono de Sevilla aparece Manzanares. No de torero en discordia precisamente. Ni por casualidad. El sábado 27 de septiembre, vigésima octava de abono, torean en Sevilla El Juli, El Cid y Manzanares. Una de Daniel Ruiz. Y ese día va a ser. Si el tiempo no lo impide y demás. Los más agraviados serán sin duda los tres de ayer. La única corrida que Daniel Luque toreaba en el abono y en feria. La última de las dos firmadas por Salvador Cortés, y en una temporada que se le ha puesto cuesta arriba. Salvador Vega, en pleno pulso consigo mismo, tendrá el consuelo de torear en la Maestranza la corrida del Corpus. Todo eso se ha llevado la lluvia por delante. Y dieciocho toros en edad de merecer. Tres de los de Alcurrucén sorteados ayer eran de la familia de los músicos, infalible en el encaste Núñez. Pianista, número 145; Cornete, 114; y Gaitero, 226, primer sobrero. Nada.

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