Toros

Estampas Camperas

Entre Julio Aparicio y David de Miranda media un buen puñado de años de profesión. Mas la línea de la vida, que a veces enrasa tanta cosas, les hace a los dos encarar la profesión del momento con un buen puñado de esperanza. El uno porque anuncia su retorno a los ruedos como torero. El otro porque dentro de muy pocos días va a encarar otra faceta aun mas seria de su profesión como es el paso al escalafón de los novilleros con caballos. El caso es que los dos coincidieron el pasado sábado ante la invitación que el ganadero Manuel Ángel Millares hizo a ambos en forma de tentadero con el que encarar parte de esa preparación que se supone vital para afrontar la temporada.

Aparicio, después de su faceta de apoderamiento, ha vuelto a retomar capotes y muletas de la mano de su nuevo mentor, el matador de toros Antonio Mondéjar. El madrileño no es ajeno a estos pagos dada la amistad con el ganadero triguereño y ya dejó sobre el albero de la placita de tientas parte de ese toreo tan peculiar que le distingue.

Buena mañana de tentadero, en el que las vacas funcionaron a satisfacción de todas las partes. Buenas notas en la libreta del ganadero, buenas sensaciones en otras fases de la tienta para los toreros, que disfrutaron de muchos matices para mostrar buenas maneras, entre ellos, también, el novillero Juan Ramón Jiménez.

Aparicio mantiene ante las vacas un oficio que a veces parece indolencia, pero en el que en un instante aparece la profunda serenidad de un torero que conoce bien de que va esta historia y templa con la importancia de quien sabe echar la muleta al hocico y tener la paciencia necesaria como para templar con maneras privilegiadas el buen son de la buena e incansable vaca que el ganadero le ha puesto por delante para intentar adivinar las maneras que encierra el animal para quedarse como madre en la dehesa junto a sus toros.

Quien transmitió inmejorables sensaciones fue el novillero David de Miranda. Muy resolutivo y con cabeza anduvo el triguereño en la segunda de las tientas en las que tomó parte la pasada semana, ya que el de trigueros también probó las embestidas de las hembras que se tientan en La Pelá con el hierro de Cuadri.

David ha evolucionado muchos pasos hacia adelante y se vio ante las vacas reforzado en el oficio, pero también con unas maneras más depuradas y consistentes frente a la cara del animal. Contentos con el tentadero, su apoderado Jorge Buendía, quien acompaña al torero en todo momento, y los banderilleros Manolo Contreras y Pedro Muriel.

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