Toros

Javier Cortés, trofeo al temple

  • El madrileño corta la única oreja en la primera corrida de toros de la Feria de Santander

  • El malagueño Fortes, silenciado, y el valenciano Román da una vuelta al ruedo en el sexto

Javier Cortés, en un natural, cortó la única oreja del festejo en Santander.

Javier Cortés, en un natural, cortó la única oreja del festejo en Santander. / Pedro Puente Hoyos / Efe

Comenzaron las corridas de toros en la Feria de Santander, que mantiene el pulso gracias al ayuntamiento de la ciudad cántabra que nunca ha puesto cortapisas a los festejos taurinos como sucede en otras localidades. Lo hizo con un cartel interesante para aficionados compuesto por Javier Cortés, Fortes y Román.

La corrida de La Quinta estuvo en conjunto bien presentada y dio un juego interesante y desigual; destacando especialmente el cuarto, ovacionado en el arrastre.

Javier Cortés contó con el mejor lote. Con el que abrió plaza, de buenas hechuras y nobilísimo, con el único defecto de salir en ocasiones con la cara alta, realizó una faena medida, con temple y gusto, que comenzó con doblones y cerró por bernadinas, destacando especialmente en algunas naturales. Mató de estocada y cortó una oreja.

El cuarto fue un gran toro:bien hecho, musculado, encastado, que repetía y humillaba, especialmente por el pitón derecho. Javier Cortés realizó una faena basada por el derecho, con un par de series con ligazón que calaron en el público. Le costó mucho cuadrar al toro, al que intentó matar recibiendo, propinando tres pinchazos. Lo finiquitó de estocada y descabello.

Fortes, que contó con un barrabás y un toro noble, se fue de vacío. Con el segundo, suelto y andarín en todos los tercios, sin entrega y que fue desarrollando sentido, no tuvo opción al lucimiento y pasó las de Caín tras sufrir un par de coladas escalofriantes, con el astado tapando la salida en cada envite. El presidente le perdonó el tercer aviso y que el marrajo fuera devuelto vivo a los corrales.

Con el entipado y astillado quinto, noble y con escaso brío, Fortes realizó una labor voluntariosa, pero sin emoción, que rubricó de estocada caída y descabello.

Román contó con un lote interesante y consiguió una vuelta al ruedo en el sexto. Al tercero, bien hecho, el valenciano lo recibió con una larga cambiada de rodillas en los tercios. El torero, ante un toro noble, que acusó una tremenda costalada, realizó una labor voluntariosa y fría, que rubricó con un pinchazo hondo y se saldó con una ovación.

Con el sexto, con movilidad y fijeza, Román se entregó en una faena que en esta ocasión estuvo marcada por la chispa y la ligazón y que caló en el público. Falló con los aceros y dio una vuelta al ruedo tras petición de oreja.

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