El novillero jerezano José Antonio Heredia, herido el domingo en la plaza de toros de la localidad toledana de Villarrubia de Santiago, ha sido intervenido ayer de urgencia tras detectársele una cornada interna que se extiende desde la ingle izquierda hasta la zona intestinal .

Heredia resultó cogido por su segundo novillo, del hierro de Fernando Peña, en la suerte de matar. Fue el sexto de la suelta. El primero ya había herido al novillero Juan Benito de una cornada con dos trayectorias. El novillero jerezano sufrió un puntazo en la zona de la base peneana y el escrito, siendo intervenido en la unidad sanitaria móvil de servicio en la plaza de la localidad toledana.

De allí fue trasladado al hospital "El Tajo" de Aranjuez, donde ingresó en la noche del domingo.

Tras pasar la noche con las lógicas molestias el torero estuvo animado toda la mañana del lunes, hablamos por teléfono con él y se encontraba con muy buen ánimo dispuesto a aguantar el tirón, en compañía de sus familiares. Heredia es hijo del matador de toros portuense Fernando Heredia Romero.

A medida que avanzaba la tarde fue decayendo y empeorando su estado por lo que fue sometido a una serie de pruebas exploratorias mediada la tarde.

El resultado ha motivado su rápido ingreso en el quirófano para ser intervenido de urgencia en una operación que comenzó a las 20 horas, y que se prolongó hasta poco antes de la diez, hora en que el torero se encontraba en reanimación, según informó su padre y apoderado.

Ha sido intervenido por el doctor Javier Ortega, de una cornada interna en la ingle izquierda de 20 centímetros que llega hasta el intestino y que afortunadamente ha sido limpia, sin lesionar la vejiga. El cirujano informa verbalmente y no facilita parte médico a la familia, según explicó. En todo caso dijo que el pronóstico era grave.

Heredia pierde los festejos de Arganda, de mañana miércoles y de Galapagar el viernes, y no tiene fecha de alta.