Toros

José Garrido corta tres orejas y marca diferencias en Fallas

El extremeño José Garrido, que salió a hombros tras cortar tres orejas con gran autoridad, marcó las diferencias entre todos los noveles que han pasado por las novilladas programadas en la Feria de Fallas de Valencia. Con un valor sereno y sin alardes, que usó para destacar en todos los tercios, para no desaprovechar ocasiones de lucimiento y para apurar y hasta mejorar las condiciones de sus dos utreros, el novillero de Badajoz dejó la huella de su gran proyección y remontó sobradamente el desapacible ambiente en que se vivió este cuarto festejo de Fallas.

Entregado a la verónica, y muy variado y vistoso en todos los quites -uno por chicuelinas a su primero, muy sevillano, tuvo especial enjundia-, con la muleta estuvo siempre solvente y por encima de sus enemigos, pero también pasándoselos muy cerca y dejándose ir con el pecho tras unas embestidas que siempre tuvo controladas. Su primero fue el de mayor calidad y verdadera bravura del encierro, aunque la vuelta al ruedo se la dieran al quinto. Porque a pesar de que sangró en exceso en varas, y que Garrido y Román lo apuraran en un emotivo duelo de quites, aún duró lo suficiente en el último tercio para que el extremeño le exprimiera y lo matara de un gran espadazo volcándose sobre el morrillo. Cortó así Garrido la primera oreja de la tarde, trofeo que dobló en el sexto, de poca fijeza, pero que acabó imantado a una templada muleta que siempre le llevó embarcado y le hizo desistir de todas sus dudas. Con otro estoconazo contundente José Garrido redondeó una tarde completa que le sitúa a la cabeza de su escalafón.

También un trofeo paseó Francisco José Espada, del premiado quinto novillo de la tarde. Se movió mucho el de El Parralejo a lo largo de un trasteo iniciado sin gran brillo pero a lo largo del cual el novillero madrileño se fue centrando y templando hasta lograr finalmente con la mano izquierda los mejores momentos de su actuación. Antes, mientras arreciaba la lluvia, Espada se había fajado con un segundo novillo basto y descastado que, afligiéndose o defendiéndose, siempre renunció a la pelea.

Apenas tuvo brillo la despedida como novillero del valenciano Román de la plaza de su tierra, de donde salió lanzado hace dos años y de la que, por primera vez, tanto el pasado sábado como hoy, se ha ido de vacío. Aunque fue recibido con una ovación de aliento por sus paisanos, Román no logró darles satisfacción ante un claro lote de triunfo. Nervioso por momentos, a pesar de su larga experiencia, a ambos novillos les hizo faenas muy desiguales y surcadas de altibajos, en la que los buenos momentos no tuvieron la suficiente continuidad para responder a las expectativas que despertó la cita.

Antonio Ferrera, herido tras un grave percance en Olivenza, reaparecerá hoy en Valencia.

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