Toros

La México cumple 75 años

  • La plaza de toros más grande del mundo celebra su aniversario mirando al futuro

Ferrera durante la lidia en la plaza de toros de México.

Ferrera durante la lidia en la plaza de toros de México. / Mario Guzmán (EFE)

La Plaza de Toros México, la más grande del mundo, cumple el viernes 75 años como emblema de la tauromaquia americana y tratando de mirar al futuro, a pesar del obligado cierre actual debido a la pandemia de coronavirus. El 5 de febrero de 1946 Manolete inauguró el llamado Coso de Insurgentes y desde 1991 se celebra la Corrida de Aniversario, la más importante del calendario taurino de la capital mexicana, aunque este año las gradas, con capacidad para más de 40.000 espectadores, y la arena de La México estarán vacías en su cumpleaños.

Luis Castro, el Soldado; Manolete, y Luis Procuna hicieron el primer paseíllo de la historia de La México. La presencia de Manolete, la gran figura taurina de entonces, marcó esa fecha histórica y los primeros años de la Plaza México, que se presentaba como el coso taurino más grande del mundo y la gran monumental de América, la plaza referencia del nuevo continente. La fecha del 5 de febrero no es casual. Un 5 de febrero se promulgó la primera constitución social de la historia, la Constitución Política de México de 1917 Y el 5 de febrero se celebra san Felipe de Jesús, el primer santo mexicano.

El coso, construido sobre unas antiguas canteras, fue definido por el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España, en 1949, como “un notable antecedente técnico en el mundo”. Su resistencia a los terremotos ha dado fe de esta afirmación. Las grandes tardes se fueron sucediendo en esta plaza. La década de los 50 y los 60 fueron de esplendor, gracias a la importancia social de la fiesta y a figuras como el diestro mexicano Manolo Martínez. En las siguientes décadas, La México acogió a toreros que por sí solos llenaban los 41.161 asientos de la Monumental.

Capetillo, José Luis Huerta o Eloy Cavazos fueron algunas de las figuras mexicanas, lo cual no fue óbice para que cada año, tras el final de la temporada europea, desfilaran por La México los grandes espadas que triunfaban en las plazas españolas desde Luis Miguel Dominguín a Santiago Martín, el Viti, o el Niño de la Capea ya en los años 80. La década de los 90 trajo otra forma de entender la gestión del coso. El aficionado e historiador Jorge Gallegos apunta a que “la plaza se olvidó de sembrar sus propios activos para volverse consumidora de toreros extranjeros, a quienes la plaza necesita más de lo que ellos necesitan a la Plaza México”.

Aniversario virtual

Este año el albero está en silencio, pero, al igual que muchos eventos culturales y espectáculos en el mundo, la Plaza México utilizará el mundo virtual para no dejar de celebrar su aniversario. La administración de la Plaza México, dirigida por Mario Zulaica, ha preparado una serie de documentales para emitir en sus redes sociales con el fin de que esta importante fecha no quede en el olvido. Zulaica anuncia a Efe su intención de retomar este 75 cumpleaños con un festejo por todo lo alto cuando la actividad taurina regrese, pues, subraya, “la fecha no deja de celebrarse ni se pasa por alto”.

Sobre el futuro más allá del Covid-19, Zulaica es rotundo: “Estamos trabajando para abrir aunque solo pueda entrar el 20 % del aforo, estamos listos para abrir en cuanto la normativa lo permita”, con la vista puesta en el centenario dentro de 25 años . Han sido varios los españoles ídolos de este coso -Manolete, El Capea o recientemente Julián López El Juli y Enrique Ponce, entre otros- pero la peculiar afición de la Plaza México, con fama de cariñosa, también es capaz de negar con argumentos triunfos a toreros legendarios. Fue el caso de José Tomas en su reaparición en La México en 2016, de la que salió entre pitos.

"La México para mí siempre ha sido todo, el lugar de mis mayores triunfos y mis mayores fracasos", dice a Efe con el graderío vacío a sus espaldas José Mauricio, actual número uno del escalafón mexicano gracias a dos puertas grandes seguidas en 2019. “Hay una idiosincrasia del mexicano que se refleja en la afición, por eso hay que torear con cercanía, involucrarse en sus sentimientos”, asegura Mauricio. Son muchas los momentos históricos en La México desde la primera oreja de Manolete. Como aficionado, José Mauricio recuerda la faena del Pana al toro Rey Mago o la de David Silveti a Mar de Nube. Otras célebres son las de Manolo Martínez a Amoroso. Algunos episodios reflejan el ingrediente folclórico y mágico de esta plaza, como el salto de un toro llamado Pajarito hasta los tendidos en 2006. Recuerdos que presagian que las grandes tardes volverán a La México cuando pase la pandemia.

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