Toros

Luque, el más destacado de una tarde que no pasó del aplauso

  • El encierro de La Palmosilla fue muy deslucido y con escasas posibilidades en un festejo en el que la presidenta no atendió peticiones para El Fandi y el de Gerena

GANADERÍA. Seis toros de La Palmosilla correctos de presencia aunque con alguna desigualdad y de juego deslucido en líneas generales con los dos primeros ofreciendo más posibilidades. TOREROS: Francisco Rivera Ordóñez 'Paquirri', de azul pavo y oro, pinchazo hondo y dos descabellos (ovación y saludos) y cinco pinchazos y estocada corta (silencio con leves pitos tras aviso). David Fandila 'El Fandi', de luto y oro, pinchazo y media estocada caída (ovación y saludos) y pinchazo y estocada (ovación y saludos tras petición). Daniel Luque, metisaca en lo negro, estocada baja y descabello (ovación y saludos) y estocada (ovación y saludos tras petición menor). INCIDENCIAS. Rozando el cuarto de plaza en tarde calmada. Fue abroncada la presidenta por denegar la oreja del quinto a El Fandi.

En una deslucida corrida de La Palmosilla, frente a la cual la terna no contó con material propicio, Daniel Luque brilló con la muleta, El Fandi con los palos, sobre todo en el segundo de su lote, y Rivera Ordóñez se fue de vacío en una tarde que no pasará a la historia de su recorrido profesional.

Y tarde en la que el público, escasito, lo que en el oficio se llama un nadie largo, no ejerció de Don Nadie y se hizo notar, ovacionando con fuerza la disposición y maneras de Luque, poniéndose en pie en los tercios de banderillas de El Fandi, enfadándose con la Banda Maestro Dueñas -que por cierto es de las mejores del planeta del toro- por arrancar el pasodoble a destiempo, y con la presidenta por no orejear, palabro más que verbo, muy conjugado en estos palcos. O sea: pocos pero mal avenidos.

La tarde fue para Luque, que estuvo lo que se dice muy bien con arreglo a los toros que tuvo por delante. Su primero, cariavacado e incierto, se le venía a la muleta andando de mala manera, complicado e incierto. Ya lo había lanceado con temple y tomándolo en corto pese a que como todo el encierro, manseó de salida.

Gustó Luque por la decisión que puso abriendo la faena con firmeza y decisión ante las incertidumbres del toro, andarín y midiendo. Ligó exponiendo con la derecha y muy sereno ante la embestida reservona y a media altura en los naturales para terminar andando muy bien por la cara. La pena fue que fallara al matar al cabo de dos entradas y un descabello, una de ellas en feo metisaca igual, por cierto, que la víspera en Huelva. Feo borrón de una labor muy torera, profesional y solvente.

Ante su segundo también estuvo Luque por encima del toro. Probón en la brega, fue toro desfondado que no terminó de romper y vino a menos, quedándose debajo de un impasible matador que le sacó todo lo que tenía dentro. Mató Luque con el toro cerrado en tablas.

Le sigue en el podium El Fandi, aunque en su primero, segundo de la suelta, en el tercio de muleta, no se encontró a gusto y estuvo desconfiado. Bien con el capote en el quite, en banderillas fue un cañón, con recortes exactos y medidos. Todavía sería superior con los palos en su segundo, cuadrando perfectamente en la cara. La faena de muleta ante su segundo sí que fue todo entrega y disposición pero no tuvo fruto. A mi juicio la oreja hubiera sido un exceso y justo premio una vuelta al ruedo que, sin embargo, el torero no dio.

Me dio la impresión de que Paquirri se quedó por fuera de la reunión ante su primero, con despego. Hubo un buen inicio pero la distanciada labor no pasó de gris. Puso más ganas en su segundo, esforzándose en banderillas con cuatro pares aplaudidos, pero el toro fue un manso que se defendió, peligroso y sin entrega. No pudo ser y además entró Rivera a matar tan ayuno de lucimiento como los toros de La Palmosilla. Otra vez será.

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