Feria de abril

Mansos pero interesantes 'cebadas'

  • La corrida de Ceba Gago dio más para el espectáculo en el tendido que para el triunfo en el ruedo, y aunque hubo un toro, el sexto, que salvó el honor ganadero, en general hizo baldíos todos los intentos por parte de los toreros.

La mansedumbre lo inundó casi todo en la tarde. Pero tampoco hay por qué rasgarse las vestiduras, pues fueron toros con movilidad y fiereza, un cóctel no tan explosivo como pueda parecer, y en todo caso dieron oportunidad a un espectáculo de emoción que se siguió en el tendido con mucho interés.

Quede claro, por tanto, que fue una corrida mansa, pero no aburrida. Aunque, todo hay que decirlo, convendría conocer la opinión de los toreros, que en todos los casos se las vieron y desearon para hacerse con la situación. De entrada hay que reconocer ese esfuerzo notable por parte de los tres.

López Chaves estuvo muy firme y serio en el que abrió plaza, toro "listo", que echaba la cara arriba y no permitía desahogos. Se movió mucho "el cebada" y sin terminar de rendirse, pero acabaría ganándole la partida el torero al atacarle en todos los terrenos y distancias.

Fue faena de valor y entrega. Y hasta llegó a gustarse Chaves en un par de naturales con sello de calidad, profundos y con cierto aroma. Lo malo fue que tras la estocada, se hizo fuerte el toro con la espada dentro, sin dejarse descabellar, ni siquiera había forma de apuntillarlo en tres ocasiones que estuvo en el suelo. Un calvario para el torero y su cuadrilla, mientras sonaron dos avisos y a punto del tercero.

El cuarto, hasta que salió al ruedo fue el más potable de los lidiados. Aunque de uno en uno, se dejó dar pases. Pero esta vez el esfuerzo de Chaves fue sólo aparente, y encima falló con la tizona.

El primer toro de Vilches hizo cosas de bravo a la salida, pero al fallarle las fuerzas se vino pronto abajo, defendiéndose en tablas y haciendo imposible todos los esfuerzos por parte del torero. El quinto se quedaba en el centro de las suertes, y sin embargo Vilches no renunció a un planteamiento de faena muy emotivo, jugándosela de verdad.

César Girón libró asimismo una voluntariosa porfía en la querencia de tablas con su manso primero, aguantando un par de coladas y arreones por sorpresa. Toro imposible.

Sin embargo, el sexto, la gran excepción de la tarde, fue toro con fijeza en varas y temple para la multa, que incluso llegó a "hacer el avión" por el lado derecho. Girón lo toreó con ajuste y hondura por el lado derecho, y no se acopló tanto al natural. Tampoco le salieron los remates de final de faena, y para colmo lo mató mal. Una manera muy apropiada de acabar la tarde.

FICHA DEL FESTEJO. Toros de Cebada Gago, bien presentados, mansos y bruscos en diferentes grados. Los únicos que sirvieron fueron el cuarto y, sobre todo, el sexto, aplaudido este último en el arrastre. Los demás, complicados.

López Chaves: estocada y cuatro descabellos (silencio tras dos avisos); y dos pinchazos y media (silencio).

Luis Vilches: dos pinchazos, media y descabello (silencio); y estocada y descabello (ovación).

César Girón: dos pinchazos y estocada (silencio); y tres pinchazos y descabello (palmas).

La plaza tuvo casi tres cuartos de entrada en tarde soleada y agradable.

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