Toros

Marejada antitaurina en Galicia

  • La Xunta, a iniciativa del BNG nacionalista y con la aprobación del PP, que cuenta con mayoría absoluta, quiere prohibir la entrada a los menores en las plazas de toros

Si nadie lo remedia, Galicia comenzará en breve una peligrosa singladura contra los toros, ya que el Parlamento gallego ha aprobado por unanimidad una iniciativa del Bloque Nacionalista Gallego (BNG) que insta a la Xunta a introducir en un proyecto de ley sobre espectáculos públicos, en elaboración, la prohibición a espectadores menores de 12 años a las corridas de toros. Lo más llamativo es que el Partido Popular (PP), con mayoría absoluta en el Parlamento gallego, tenía capacidad para frenar esta iniciativa, que sale adelante gracias a un partido que en Cataluña fue el único que quiso frenar la prohibición en esa comunidad.

La marejada antitaurina en Galicia ha ido creciendo en los últimos años. Así, el diputado nacionalista, Bieito Lobeira, ha afirmado recientemente -según recoge Burladero- que la Fiesta tiene que ver con una motivación política de "españolizar" Galicia. Sin duda, esta postura identitaria es similar a la empleada por el nacionalismo catalán.

La Comunidad gallega, sin normativa específica taurina, se ha regido hasta ahora por el Reglamento taurino estatal, donde no se prevé ninguna limitación a menores de edad para la asistencia a festejos taurinos.

Esta última ola antitaurina considerable se suma a otras que han azotado la costa gallega en las dos últimas temporadas. Así, varios colectivos, han trabajado no sólo en La Coruña y Pontevedra, dos plazas con aficiones arraigadas, sino que han buscado apoyos en más de una veintena de pueblos en busca de la abolición. Incluso, además del partido nacionalista gallego, las Juventudes Socialistas de Galicia se han declarado a favor de la prohibición.

La postura del PP y su presidente en la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien suele asistir en su tierra a festejos taurinos junto a Mariano Rajoy, es incongruente; máxime cuando el PP fue el único partido que en las últimas elecciones generales recogía textualmente su apoyo a la Fiesta.

Contra esta iniciativa se han manifestado varias asociaciones, entre ellas la Unión de Criadores de Toros de Lidia, quien a través de su presidente, Carlos Núñez, ha pedido una reunión de urgencia con los responsables de la Xunta; la Asociación Internacional de Tauromaquia, presidida por el venezolano Willian Cárdenas, y el Observatorio Nacional de Culturas Taurinas de Francia, dirigido por André Viard. El Observatorio emitió ayer un comunicado en el que tachaba la medida de "ilegal desde el punto de vista de los derechos culturales del menor expuestos en los tratados europeos firmados por España. Asimismo, es políticamente incorrecta desde el punto de vista de la responsabilidad paterna que se pretende negar, y carece además de cualquier base científica que demuestre el peligro que puede sufrir un adolescente asistiendo a un espectáculo taurino". El comunicado continúa explicando: "Parece increíble en un Estado de Derecho que la Junta de Galicia, sin consulta ni estudio previo, pueda atreverse a tomar medidas tan a la ligera que, indudablemente, serían anuladas tanto a nivel nacional por inconstitucionales como delante de la Corte de Justicia Europea... Cabe esperar que antes de proceder al voto de dicha ley, la Junta de Galicia proceda al mismo estudio que se le pidió en su momento al gobierno francés -en 2008 el Observatorio consiguió paralizar una iniciativa similar en Francia-. Y no dudamos de que, en vista de los resultados conseguidos, tanto a nivel de su comunidad como a nivel nacional, renunciará a adoptar una medida que sólo puede explicar el afán de destruir rasgos identitarios nacionales en las futuras generaciones, pero en ningún caso, cómo se pretende, la defensa de los menores que, en este caso, no corren ningún riesgo".

Hay que tener en cuenta que en Cataluña, antes de la ILP de tinte animalista, el nacionalismo minó la afición con dos leyes claves: la prohibición de los menores en las plazas y la prohibición de la celebración de espectáculos taurinos en plazas portátiles. La primera, sin duda, ha sido decisiva para acabar con la afición en las futuras generaciones.

Tras lo sucedido junto al templado Mediterráneo, se presenta algo similar, con el inicio de una fuerte marejada para este año en Galicia. Muchos taurinos creyeron que la abolición no llegaría a Cataluña -ha entrado en vigor a partir del pasado 1 de enero-. Ahora, junto a la costa gallega, las magníficas aficiones de La Coruña y Pontevedra no salen de su asombro ante esta primera ola antitaurina que, con permiso de su Parlamento, puede convertirse en una fuerte marejada.

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