La tarde de ayer quedará para el recuerdo por la bravura y nobleza de los toros de Los Ramírez, en especial por el sobresaliente toro lidiado en sexto lugar por Sebastián Castella y que se ganó el premio del indulto por su magnífica forma de embestir a las telas del francés, que cortó también una oreja de su primero. El lote de Leonardo Benítez también fue de nota alta y paseó un trofeo de cada uno de ellos. Sin la suerte de los anteriores, El Fandi y el rejoneador José Luis Rodríguez se llevaron los lotes más complicados.

Sebastián Castella en el sexto toro provocó una explosión delirante del público, que llenó las gradas de la Monumental, al presenciar una variada y templada faena a un toro noble, muy bravo, con transmisión y que jamás se canso de embestir y menos aún de humillar. La petición de indulto fue unánime por la duración, ya que el toro siempre fue a más, y la intensidad de las embestidas del gran animal de Los Ramírez. Con el tercero de la tarde, planteó la faena con la mano diestra y optó por las cercanías en una faena templada y de mucho mando.