Toros

Talavante salva la tarde y pone el broche triunfal en la Magdalena

última de la feria de la magdalena de castellón Ganadería: Se lidiaron seis toros pertenecientes a la ganadería de Zalduendo, bien presentados, desrazados y de poco juego en conjunto. El cuarto se inutilizó durante la lidia y el sexto fue el mejor de la corrida. TOREROS: David Fandila 'El Fandi'. Estocada (silencio tras un aviso); y estocada (silencio). Alejandro Talavante. Pinchazo y una estocada (oreja); y una estocada (una oreja tras un aviso). Cayetano Rivera. Pinchazo, estocada y un descabello (saludos tras ovación y aviso); y tres pinchazos y dos descabellos (silencio tras un aviso). INCIDENCIAS: Plaza de toros de Castellón. Media entrada en el sexto y último festejo de la Feria de la Magdalena de Castellón.

El diestro Alejando Talavante puso el argumento para salvar la tarde y salir a hombros en el último festejo de la feria de La Magdalena de Castellón, en el que tanto David Fandila El Fandi como Cayetano Rivera se fueron de vacío.

Alejandro Talavante puso en Castellón el broche triunfal a la Feria de La Magdalena. Segundo festejo de la temporada para el extremeño, después del de la víspera en Olivenza, y segunda Puerta Grande para él, un comienzo de 2016, mejor imposible.

No fue tarde de faenas redondas, ni macizas, pero sí de esas a tener en cuenta para calibrar el grado de madurez y el momento profesional tan bueno que sigue atravesando.

Las dos que firmó en la capital de La Plana fueron lo que se dice espléndidas, por lo bien que supo aprovechar lo poco bueno que le brindaron sus dos toros, a los que acabó cortando una oreja, respectivamente.

Su primero, segundo de corrida, tuvo una movilidad desclasada y de lo más informal. Solemnes fueron las verónicas a pies juntos que recetó el extremeño, y firme y muy dominador se mostró con la muleta, a pesar de que al conjunto le faltara redondez por la nula entrega del astado, que topaba y echaba la cara arriba.

En cualquier caso, el público estuvo muy metido en la faena, que contó con una serie cumbre al natural casi en las postrimerías. Emocionantes y ajustadas bernadinas como fin de obra y, aunque pinchó antes de enterrar la espada, cortó una oreja.

El quinto fue más dócil, aunque acabaría también apagándose, pero en lo que le duró, Talavante toreó con mucho gusto, mucho temple y mucha serenidad, abandonado por momentos en el toreo a izquierdas.

Con el toro venido a menos, recurrió el extremeño a la corta distancia, donde pegó arrucinas, remates y adornos, además de unas ceñidas manoletinas, que pusieron el ambiente a favor para lograr otro apéndice más, que le granjeaba la Puerta Grande.

El Fandi no tuvo ni lote ni suerte en Castellón. El granadino se fue de vacío tras apechar con un primer toro descastado y muy deslucido con el que sólo pudo brillar con su variedad y buen hacer capotero, y con su consabido espectáculo con las banderillas.

Muleta en mano, ni por arriba, ni mucho menos por abajo, pasaba el claudicante animal. El granadino fue todo ganas, pero ni así. Gran estocada y silencio.

En el cuarto la fortuna le fue esquiva al Fandi, que vio cómo el animal se lesionaba en el tercer par con los rehiletes, no quedándole otro remedio que abreviar ante su visible resignación y la de los allí presentes en el tendido.

Cayetano anduvo con notables desigualdades en su primera faena. Gustó la disposición con la que vino a Castellón, ahí los lances rodilla en tierra que recetó en el saludo al tercer toro de corrida, así como el inicio de faena de muleta sentado en el estribo y la serie posterior de hinojos.

Pero en lo fundamental le faltó algo más de sitio a Cayetano, que alternó pases entonados con algún que otro enganchón, lo que propició que la faena no cogiera cuerpo en ningún momento. Pero gustó la actitud, de ahí la ovación del respetable.

El sexto fue el mejor de la corrida y Cayetano, nuevamente sin acople, cuajó una labor de lo más anodina.

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