El diestro José María Bejarano (La Puebla del Río, 1975) abandona esta temporada el escalafón de matadores y pasa a engrosar las filas de los banderilleros.

Bejarano, quien tomó la alternativa el 16 de agosto de 2000 en Navalcán (Toledo), de manos de El Pireo, se vistió de luces por última vez en Las Ventas el 19 de agosto de 2007, en el festejo de su confirmación. Según el torero, "llevo diez años luchando y no se abren las puertas por ningún sitio. Tras una carrera muy dura, afronto mi etapa de banderillero con mucha ilusión. Desde que debuté con picadores en Villamanta, en el 95, toreé unas 70 u 80 novilladas en el Valle del Tiétar". Tras forjarse en la citada zona, conocida en el mundo taurino como Valle del Terror porque como novilladas se lidian auténticas corridas de toros, el espada de La Puebla del Río se doctoró.

Posteriormente, apenas contó con oportunidades: "Desde la alternativa únicamente he toreado unas 8 o 10 corridas, entre ellas la confirmación en Madrid, en la que recibí buenas críticas, en una corrida en la que toreé con Frascuelo y José Luis Moreno. Cuatro días antes toreé en la Maestranza una corrida de Conde de la Maza. Las dos corridas, la de la confirmación y la que había toreado en Sevilla, fueron de hierros de los denominados duros". Una dureza que también ha vivido en sus carnes, "con cuatro o cinco cornadas fuertes, una de ellas, con desgarro de la femoral y la iliaca, que me dieron en Zahara de los Atunes".

De momento, José María Bejarano, pendiente de entrar en una cuadrilla fija, afronta su futuro "con mucha ilusión. Yo entreno constantemente. Me siento torero desde que comienza la temporada en Castellón hasta que finaliza en Zaragoza. Toreo con regularidad en el campo y siempre he estado preparado, con todos los sacrificios que ello conlleva y más teniendo en cuenta que no toreaba. Pero estoy acostumbrado a esa dureza. Por eso, como me veo preparado, creo que no tendré problema en resolver mi carrera".