Toros

"No me importa que me cogiera, era una forma de decir que estoy vivo como torero"

El matador de toros algabeño Manuel Carbonell, quien sufrió una cogida grave el pasado jueves en la plaza de Zaragoza, evoluciona favorablemente de una herida en el hemitórax, a consecuencia de una cornada cuando realizaba un quite. Carbonell, que actuaba como sobresaliente en la corrida en solitario de Daniel Luque, explicaba ayer desde la Clínica Quirón: "Me encuentro dolorido. He pasado una mala noche. Pero dentro de lo que cabe estoy bien. He tenido mucha suerte porque el pitón chocó contra una costilla y no me penetró con fuerza en el pulmón".

El diestro, que ha actuado últimamente en otros festejos como sobresaliente, como en la histórica corrida en solitario de José Tomás en Nimes, en 2012, afirma que quería reivindicarse: "No me importa que me cogiera. Era una forma de decir que estoy vivo como torero. Pese a algunas críticas, estoy orgulloso y espero que me sirva. A ver si la empresa de Sevilla, plaza donde no he toreado como matador de toros, o la de Madrid, donde no he confirmado, me dan una oportunidad". En cuanto a las previsiones médicas, el torero señala: "Espero que me trasladen lo antes posible a Sevilla. El doctor Valcarreres dice que la próxima semana habré salido de la clínica. Ojala fuera mañana mismo -por hoy-. En Sevilla, las curas, me las hará el doctor Domingo Jiménez".

Carbonell, con respecto a la que ha sido su sexta cornada, añade: "Es una de las peores por la zona. Las otras dos más fuertes fueron en Novés, en Toledo, y en Teruel, ambas en el muslo izquierdo". En esta ocasión, el parte señalaba una herida "con orificio de entrada de 4 centímetros en el hemitórax derecho, con trayectoria ascendente de 15 centímetros, con un orificio de salida de 2 centímetros en la axila".

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