Los toros de la ganadería titular de Barralva llevaban al barranco la corrida del 69 aniversario de la Monumental Plaza México; hubo dos estupendos toros de regalo y salvaron el festejo en el que, por pinchar, el francés Sebastián Castella se fue de vacío y los mexicanos Octavio García El Payo y Arturo Saldívar cortaron una oreja cada uno. Se corrieron también tres de La Joya, el quinto se inutilizó y fue sustituido, el sexto se dejó y el octavo, de regalo, estupendo, mereció arrastre lento y un séptimo de Fernando de la Mora, también de regalo, estupendo con clase y estilo.
Castella, en el primero, pequeño y sin trapío, tuvo 20 muletazos que se los dio y se pasó de faena por pinchar. El cuarto fue otro toro fatal y Castella, con empeño, mató pronto. Regaló el séptimo, al que entendió muy bien y le cuajó una faena con torería, que fue de menos a más, pero pinchó tres veces y perdió trofeos. (Saludos, silencio y saludos).
El Payo, con el segundo, no pudo superar las malas condiciones de la res. En el quinto, que parecía que sería el toro esperado, se inutilizó de la mano derecha y fue sustituido por otro del hierro original que resultó fatal. Regaló un octavo muy bueno y lo toreó muy bien con el capote. La faena fue subiendo de tono con templanza y buen gusto. (Silencio, silencio y oreja con ligeras protestas).
Saldívar, en el tercero, tuvo un ejemplar al que no había forma de meterle mano, por lo que estuvo breve y mató pronto. Con el sexto, un toro noble pero sin emoción, estuvo decidido realizando una faena con mérito. (Silencio y oreja con ligeras protestas).
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