El propio personaje de su feria les mantiene prácticamente en un segundo plano. Desde final de junio, las oficinas traseras de la plaza de toros onubense han vivido jorndas intensas de trabajo en cuanto al despacho del billetaje de la feria. Un billetaje demandado, buscado, ansiado por todas esas almas que van a llenar durante cuatro días los tendidos de una plaza de toros que se ha convertido en una de las ocho o nueve citas de José Tomás en la presente temporada. La gestión perduró en el tiempo y en la figura de dos empresarios jóvenes que no sólo hicieron perdurar el legado empresarial de José Luis Pereda García, sino que además le han dado forma definitiva y personal a un abono taurino que funciona empresarialmente.

Óscar y Carlos pertenecen hoy por hoy al G-8 del toreo. Compraron acciones del diestro más taquillero de la actualidad y, a juzgar por el rítmo al que se han movido las taquillas, todo hace indicar que han acertado.

-El acento principal de esta feria está claro que es José Tomás...

-Nosotros pensamos que el acento principal de la feria es la propia feria. Es verdad que hay un nombre central que acapara la luz de casi todos los focos, pero no es menos cierto que ésta feria es una de las máscomplicadas que nos ha tocado hacer y, desde luego, de las que más satisfechos nos deja, porque entendemos que dentro de la diversidad de espectáculo hemos rematado cada tarde con garantías de éxito.

-¿Les terminó sorprendiendo el poder cerrar definitivamente la feria con José Tomás?

-No. Más que sorpresa lo de José Tomás ha sido la confirmación de estar convencidos de que lo mejor para esta feria era que él estuviera anunciado y no reparamos en medios para conseguirlo. Siempre hemos dicho que la contratación de José Tomás para cualquier plaza no es un tema meramente económico, sino que hacen falta otros factores que inciten al matador a tomar esa decisión, y Huelva, esta plaza, esta afición que le dio mucho cariño cuando el torero volvió, le gustan a José Tomás. En realidad se puede decir que ha sido el torero más fácil de contratar de todo el abono porque todas las partes sabemos qué está dispuesto a ofrecer la otra.

-Supongo que, al menos, el equilibrio economico de la feria no peligra.

-Bueno, la verdad es que se ha vendido bastante bien la feria porque las colas y la expectación han sido evidentes, pero también hay que decir que esta es la feria más cara en cuanto a presupuesto que nos ha tocado hacer, porque hay muchos nombres importantes del escalafón y esos cachés nunca son bajos.

-Morante, Manzanares, Castella... ¿Qué me dicen?

-Pues que son grandes toreros que han estado en Huelva varias veces y que seguramente estarán otras muchas porque dan satisfacciones al espectador. Ya lo hemos repetido por activa y por pasiva: el hecho de estar o no estar no ha sido por cuestión de presupuesto, sino de imposibilidad de encajar fechas. Después de eso, también se puede preguntar por Juli, Talavante, Hermoso, Ventura, Leonardo, Perera y seguro que también encontramos a nombres muy importantes para estar en una buena feria.

-Quince años de gestión empresarial taurina... ¿Qué les han dejado ?

-¿A nosotros?...¡Una gran satisfacción personal! Satisfacción en lo personal por haber logrado montar quince ferias muy importantes para nosotros, por haber contado con la comprensión y el apoyo de un público que las ha comprendido en toda su dimensión. En lo más íntimo, lo decimos dentro de un sentimiento de humildad, el no haber defraudado la confianza de un hombre como José Luis Pereda, que quiere mucho a esta plaza y que nos hizo partícipes de esa responsabilidad como empresarios. Con aciertos y con fallos, podemos decir que tenemos la conciencia muy tranquila en ese aspecto.

-Mirando al futuro de sus planes, ¿qué es lo que hay?

-Ahora mismo lo que hay es presente. Está una feria que hay que llevar adelante hasta el último espectáculo; hay mucho trabajo que hacer cada día para que termine bien y seguramente, en cuanto al futuro, tiempo habrá de pensar en él cuando llegue el invierno.

-¿De lo que más se arrepienten?

-Uno tiene derecho a arrepentirse cuando sabe que ha hecho el mal conscientemente y no es el caso de ninguno de nosotros dos. Más aún cuando uno está convencido de que siempre hemos ido pensando en hacer lo mejor para esta ciudad y su afición.