Toros

El sueño se hace realidad

  • Sandra Moscoso toma la alternativa el domingo en Ubrique de manos de Finito de Córdoba y Padilla

Parece que viene de la Facultad o que va al trabajo. Una chica de Jerez, de la calle Arcos, donde ha vivido muchos años antes de afincarse en La Ina. Una joven como muchas de Jerez que sueñan con su futuro. Pero Sandra Moscoso, nacida en 1985, tuvo un sueño desde los ocho años, ser matador de toros, un sueño que se hace realidad.

El domingo toma la alternativa en Ubrique, un sueño y una meta que se marcó desde hace muchos años y que la tiene tan feliz como concentrada nos dice: "con dos figuras del toreo como Finito de Córdoba y Juan José Padilla, que además es de Jerez. Y una corrida de Osborne".

Un encierro que no ha querido ver aunque estos días de intensa preparación ha entrenado en la ganadería: "para qué voy a verlos. Ya los veré de cerca. Me han dicho que es una buena corrida de toros. Con cara y muy bonita para una alternativa".

El fotógrafo la retrata en el centro de Jerez dando verónicas al aire. A Sandra Moscoso eso le da su punto de reparo. Una chica que se ha pasado por la barriga, muy cerca, utreros de todos los encastes, que ha toreado en Madrid, en Sevilla, en cosos donde miran con lupa a los novilleros como Algemesí o Soto del Real en Madrid, donde echan novilladas duras, con peso y trapío, y que sabe lo que es jugarse los muslos y lo que quema un pitón lacerante.

¿Es el toreo cosa de hombres? Ella lo ha repetido siempre, en la cara del toro ni se es hombre ni se es mujer, solamente se puede ser torero: "esto es cuestión de capacidad, de tener condiciones, de esfuerzo, de sacrificio. En la cara del toro, vestido de luces, no hay sexos".

Mucho sacrificio: "el éxito se logra después de un largo sacrificio". Sandra lo sabe porque también ha atravesado el desierto. En las dos últimas temporadas no han menudeado los contratos: "porque la situación ha obligado a disminuir el número de novilladas, y porque yo no he entrado nunca en eso de pagar por torear. Esta es una profesión que respeto mucho en todos los sentidos y también en ese". Nada de discriminación: "en el escalafón de novilladas con picadores nadie tiene fuerza como para vetarte y entre los matadores de toros no digo que pueda pasar alguna vez, pero es ya muy difícil para cualquiera. Hay compañeros con un nivel muy alto, el público te exige y además el toro... La verdad es que espero no tener ese tipo de problemas".

Ahora empieza lo difícil. Porque Sandra llega al escalafón de los matadores de toros para quedarse: "esto hay que currárselo y nadie regala nada. A partir de ahora el esfuerzo tiene que ser el doble, ahora empiezo otra vez de cero".

Y si no fuera torero "también sería torero" y si no, "me hubiera gustado ser empresaria". Por eso estudió Comercio y Marketing, aunque sus verdaderos compañeros de estudio fueron los alumnos de la Escuela Municipal de Tauromaquia de Jerez o nombres como Rubén Pinar, Alejandro Morilla, Oliva Soto o Salvador Barberán, que son los toreros de su generación, en las treinta novilladas con caballos que ha toreado.

Sandra tiene ilusión, sueños, metas y lo más difícil: "creo que tengo condiciones, lo he demostrado. Se ha visto esa capacidad y ganas, he toreado novilladas duras y de todos los encastes y no me he quitado de ningún cartel. En Villarejo de Salvanés por ejemplo se quitaron mis dos compañeros y yo me quedé con la novillada, y en Las Ventas toreé reapareciendo tras una cornada. Sé que esta es una profesión muy dura, tal vez la más dura porque en cualquier momento puedes perder la vida y además siendo consciente de ello, de que puede pasar en cualquier momento".

Lo de Sandra es pura vocación, no es de esos toreros que surgen cuando más cornadas da el hambre, a ella el toreo le vino a casa cuando su padre compró la ganadería de "La Campana". Acudió a la escuela taurina y fue una de las alumnas más premiadas de las escuelas andaluzas para llegar a ser, y así se define, "un torero con personalidad que quiere abrirse camino, que no da nada por perdido, que no se deja ganar la pelea y que quiere agradar al público. El domingo tengo que ganarme los contratos, quiero que se vea que respeto a esta profesión y que quiero ser alguien en esto".

La primera mujer que toma la alternativa en Andalucía y la primera de Jerez y de la provincia que lo consigue. Dice que la empresa ha sido valiente apostando por esta alternativa.

El domingo van a Ubrique muchos partidarios que apuestan también por ella en esta tarde histórica: "vienen autobuses desde Ronda, de Las Cabezas, de La Ina, de Jerez, dos autocares desde Conil... y todos los aficionados de Jerez que se están pasando por la taquilla que está en el bar cafetería Las Angustias, y la familia: "en casa están nerviosos, no se lo creen. Lo que empezó como un sueño se ha convertido en una realidad".

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