Toros

"Tras el triunfo en Sevilla, la presión es mayor y la vida, algo más dura"

  • Maestros como Ortega Cano y Espartaco y algunos apoderados se han fijado en este nuevo valor que cuenta 17 años y se ha forjado en la Escuela de Badajoz

Rafael Cerro es una de las sensaciones de la cantera torera en la temporada 2010. Ha participado en cinco ciclos de promoción de los que ha ganado cuatro, entre ellos el celebrado en la Maestranza el pasado mes de julio. Sus cualidades no han pasado desapercibidas para maestros de la talla de José Ortega Cano, a quien brindó una faena en la final celebrada en la plaza de Sevilla, y de Juan Antonio Ruiz Espartaco. Cerro, nacido en Saucedilla, un pueblecito de Cáceres de unos 700 habitantes, ha viajado durante las tres últimas temporadas desde su localidad, a 200 kilómetros de Badajoz, hasta la capital extremeña para recibir "todos los fines de semana clases de toreo que dan Luis Reina y Antonio Jiménez Antoñete. "Ahora estoy viviendo en Badajoz. Todo lo que tengo se lo debo a la Escuela".

-¿Qué ha supuesto ganar el ciclo celebrado en la Maestranza y cómo lo vivió?

-Es una satisfacción. Para mí es la mejor plaza que hay y cortar tres orejas en dos novilladas es para estar orgulloso. Al final, cuando sentí aquellos olés tan profundos en la Maestranza me dieron ganas de dar treinta pases en cada tanda.

-¿Qué ha cambiado desde entonces?

-Tras el triunfo en Sevilla la presión es mayor y la vida es un poco más dura. Ahora, el sacrificio tiene que ser mayor.

-En la final, brindó su primera faena a Ortega Cano, que se ha convertido en un partidario suyo.

-Quiero darle las gracias públicamente porque me invitó a su finca antes de la final y allí toreé un utrero. Yo al maestro sólo lo he visto torear en vídeos.

-Me han contado que incluso le han salido apoderados.

-Sí. Hay varias ofertas para ayudarme. Pero yo no debo opinar de eso. Es un asunto que corresponde a la Escuela de Badajoz.

-¿Ha pensado en debutar con picadores?

-Me gustaría que fuera a comienzos del año que viene, en Olivenza. Y compartir cartel con antiguos compañeros, como Manuel Larios, Jaime Martínez, Julio Salguero y Jesús Díez Fini.

-¿Cuándo y por qué decidió hacerse torero?

-He estado entre toros prácticamente desde que nací. Mi hermano Rubén es picador y mayoral de la ganadería de Alejandro Vázquez. Y mi familia y yo hemos vivido anteriormente en dos fincas de bravo. Tenía diez años cuando decidí ser torero.

-¿Cómo ha sido su aprendizaje?

-A los 14 ingresé en la Escuela de Badajoz y allí llevo tres años y medio.

-¿En qué certámenes ha participado y con qué resultados?

-Gané el de Arruda dos Vinos, en Portugal, en 2009. En Aguascalientes, México, me llevé la Oreja de oro. Y ahora he logrado los de Aracena y Sevilla. Únicamente no he ganado el de Nimes, donde llegué a la semifinal.

-¿Cuáles son sus toreros predilectos?

-Alejandro Talavante, Miguel Ángel Perera, Morante de la Puebla, Finito de Cordoba y José Tomás.

-¿Capote o muleta?

-Con la muleta me encuentro más seguro y prefiero torear al natural.

-La espada es su asignatura pendiente.

-La verdad es que sí. He tenido altibajos.

-¿Cuál es su concepto del toreo?

-Seriedad, valor y un poquito de arte.

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