Unicaja

La perspectiva de Alberto Díaz sobre Málaga

  • El base del Unicaja ofrece su impresión sobre la ciudad: "Es un referente a nivel nacional e internacional"

  • "Los establecimientos clásicos, más autóctonos, parece que van desapareciendo en beneficio de las franquicias y sitios más globalizados. Eso se podría mejorar", opina

  • "Levantar un título con el Unicaja es para mí lo más grande"

Alberto Díaz saluda al público.

Alberto Díaz saluda al público. / Pepe Gómez

Alberto Díaz, base del Unicaja y campeón del Eurobasket 2022 con España, considera que Málaga, la ciudad donde nació hace 28 años y donde sigue residiendo, "está preciosa" y no solo se ha convertido en un punto de referencia nacional e internacional, también de los propios malagueños.

En una entrevista con EFE, Díaz (Málaga, 1994), héroe inesperado del último campeonato europeo de baloncesto, no escatima elogios hacia la capital malagueña, convertida en una de las ciudades de moda en España.

El capitán pelirrojo del Unicaja Málaga explica que la ciudad ha crecido "de forma extraordinaria" en los últimos años y que se ha consolidado como en un punto de referencia para el turismo internacional. "Desde hace muchos años", recuerda, también lo es para el turista nacional y para los propios malagueños, que cada vez quieren disfrutar más de su ciudad.

En su opinión, actuaciones urbanísticas como la peatonalización del centro histórico o la apertura del puerto a la ciudad, gracias a la construcción del Palmeral de las Sorpresas, un largo paseo repleto de restaurantes y tiendas, han sido "un gran acierto" que ha permitido a los malagueños "conocer puntos estratégicos que antes quizá quedaban más escondidos".

Lo cierto es que Málaga, la capital económica de Andalucía, se ha erigido como una de las regiones españolas más atractivas para vivir: con más de 577.000 empadronados, la ciudad no deja de atraer a españoles y extranjeros cautivados por su clima atemperado, el mar, las buenas conexiones de transporte o su consagración como polo de empresas tecnológicas.

Alberto Díaz reconoce que, aunque suene a tópico, la buena climatología es el factor decisivo que hace de Málaga el lugar ideal para vivir.

"Da gusto salir a pasear en pleno invierno por la mañana sin tener que abrigarte excesivamente y poder disfrutar de muchos rincones que ofrece el centro histórico, pero también de los otros barrios e incluso de las localidades cercanas a la capital", afirma el jugador, que debutó con el primer equipo del Unicaja en 2012.

Pero no menos importante, subraya Díaz, es "la forma de ser de los malagueños", que acogen a todo aquel que llega de visita o para quedarse, y por supuesto la amplia oferta cultural, de ocio, gastronómica y de eventos que ofrece la ciudad, donde se pueden visitar museos como el Picasso, el Pompidou o el Carmen Thyssen.

La llegada de turistas y nuevos residentes a Málaga puede hacer más "incómoda" la ciudad para los que, como él, viven aquí, pero Alberto Díaz cree que las instalaciones y los ciudadanos están preparados para asumir este cambio y "convertirlo en algo positivo".

Sí le gustaría, puntualiza, que las administraciones apoyaran a los comercios tradicionales que luchan por sobrevivir ante la expansión de las grandes cadenas y el incremento, a menudo inasumible, del precio del alquiler de los locales, sobre todo en el centro urbano.

"Los establecimientos clásicos, más autóctonos, parece que van desapareciendo en beneficio de las franquicias y sitios más globalizados. Eso se podría mejorar", opina el baloncestista, que se crió en la zona oeste de Málaga y que tiene especial devoción por "cualquier rincón cercano al mar", como el paseo marítimo Antonio Banderas.

No cabe duda de que Málaga es la ciudad que atrae actualmente todas las miradas y Díaz valora este éxito como algo positivo: "Está muy bien que todo el mundo hable de la ciudad y tenga ganas de conocerla o volverla a visitar".

Si las cosas se hacen bien, y nada hace pensar que vaya a ocurrir lo contrario, asegura, "no tiene por qué convertirse en algo negativo".

Alberto Díaz, con sus 1,88 metros de altura, se ganó el pasado año el respeto del mundo del baloncesto por su rendimiento en el último Eurobasket: fue seleccionado en el último momento por la desafortunada lesión de Sergio Llull y protagonizó jugadas que serán recordadas en la obra más meritoria lograda por la selección de Sergio Scariolo.

Díaz supo aprovechar la oportunidad que le regaló el destino y pasó de ser jugador con un rol puramente defensivo en la rotación a acaparar minutos en los momentos más importantes del torneo, con tiros tan importantes como el que terminó de cerrar el triunfo contra Francia a falta de dos minutos.

Esta información forma parte de una serie de entrevistas que ha hecho EFE a destacados profesionales malagueños de distintos ámbitos, como el cine, la música, la cocina o el deporte, para conocer su opinión sobre la transformación que ha experimentado la ciudad, las claves de su éxito y los aspectos que la capital aún tiene por mejorar.

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