Las visitas a Alicante remiten a aquella temporada 04/05. El Unicaja, como ayer y hoy, se alojaba en el Hotel Amérigo, a un paso del puerto alicantino. Se disparaba la tensión en una serie de cuartos de final de la ACB en la que había en juego una plaza en la siguiente Euroliga. Aquí logró salvar el Unicaja una situación límite, con 2-1 para el Lucentum en una exhibición brutal de Jorge Garbajosa en el último cuarto. Cambió en cierta forma la historia.

Después de aquello, el Unicaja tocó el cielo y el Lucentum dio con sus huesos en la LEB. El equipo alicantino remonta el vuelo en este inicio de temporada y comparte con el Unicaja la tercera posición en la Liga Endesa, con cinco victorias. Sigue invicto en el Centro de Tecnificación. Buen trabajo de Txus Vidorreta, un técnico que siempre estuvo bien valorado en Los Guindos. Ya el año pasado llegó para amarrar una salvación que estaba en el alambre y se ganó la continuidad.

El Unicaja sigue inmerso en un tramo de calendario difícil. Las derrotas ante Madrid y CSKA y los nubarrones que llegan por delante con las visitas a Málaga de Panathinaikos y Caja Laboral la próxima semana propician que en el partido de hoy se detecte cierta necesidad. Es una buena prueba mental. El Unicaja ganó en pretemporada en el Centro de Tecnificación, pero era una prueba en la que faltaban internacionales, poco para tener en cuenta.

El Lucentum estrena fichaje con el experimentado escolta Tyrone Ellis, que sustituyó a Hazell. La sensación está siendo Kyle Singler, antigua estrella universitaria con Duke y elegido por los Pistons para jugar en la NBA. En el Lucentum esperan que siga el parón americano y les deje media salvación lista y, por qué no, les acerque a la Copa del Rey. Promedia 14.4 puntos y 3.8 rebotes, un alero total.

El comienzo alicantino ha sido sobresaliente para las expectativas. El del Unicaja ha sido bastante bueno, pero toca ratificarlo con el transcurrir de los partidos. Hay plena consciencia de la importancia del duelo. El plantel se ejercitó ayer en el escenario del partido. Lo hizo por la tarde, después de un viaje un tanto extraño, vía Palma de Mallorca, que tuvo a la expedición varias horas de aeropuertos. En principio, todo está con normalidad y no hay ausencias para el partido. Está por aquí Álex Abrines, que no jugó ayer en Lugo con el Clínicas. El jugador balear va asentándose poco a poco en la dinámica del primer equipo. De momento, le toca como a todo joven cargar con los baúles de ropa junto al utillero.

En un partido sin televisión de por medio, el Unicaja intenta recuperar la senda de la victoria, la que había tomado desde que comenzó la competición hasta la semana anterior. Lidiar con largos viajes y rivales esperando con ganas detrás de cada esquina es uno de los peajes que paga un equipo de Euroliga. Ganar en Alicante sería otro pasito importante para la Copa del Rey. Hasta ahora, el Unicaja ha cumplido el guión de perder ante rivales sobre el papel superiores y de ganarle a los supuestamente inferiores. El Lucentum está en el segundo grupo, aunque su gran prestación en este arranque liguero y el hecho de que su pista esté invicta complica bastante el asunto. Es un partido de valor clasificatorio y también mental. Espantar dudas siempre viene bien.